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Política

Los conejos de la chistera del Palacio

Alta incertidumbre para un desenlace que parece cercano.

AAR
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La confrontación por el adelanto electoral parece estar siendo ganada por el congreso fujiaprista, pero si algo ha demostrado Martín Vizcarra en el más de medio año de su presidencia es que nunca le falta audacia y creatividad para plantear nuevas rutas que pocos preveían, a diferencia de la poca habilidad para hacerlas realidad.

El 28 de julio de 2018, Vizcarra planteó un referéndum para algunos puntos de una reforma político-judicial, y un año después propuso el adelanto electoral. En ambos casos enfrentó la oposición del congreso, al que pudo derrotar la primera vez, mientras que en la segunda el desenlace es incierto y crucial para su presidencia.

Si su propuesta quedara en el limbo político, o en un TC que el fujiaprismo se apresta a capturar y que analizaría la contienda de competencias con más lentitud que tortuga con artritis, el gran derrotado sería el presidente Vizcarra incluso antes de que se produzca el fallo.

En ese caso, Vizcarra se consolidaría como ‘pato rengo’ frente a un congreso donde, como planteó ayer Martín Hidalgo en El Comercio, el fujiaprismo y sus aliados –Acción Republicana, Contigo y Cambio 21– suman 77 votos; el bloque minoritario más cercano al gobierno solo 34; y en el que APP tiene, con 10 votos, la clave para alcanzar una mayoría calificada de 87 para nombrar magistrados del TC o hasta para una vacancia presidencial.

Caretas informó que el presidente de APP, César Acuña, desayunó el viernes antepasado con Pedro Olaechea. ¿Ha hecho algo parecido Vizcarra? Parece que no, lo que da cuenta de una ineptitud de palacio para hacer política, y un aislamiento creciente del gobierno, mientras la aprobación presidencial decrece al igual que el apoyo ciudadano al adelanto electoral.

La posibilidad de una negociación para un adelanto electoral con bicameralidad, reelección para el senado, entre otras opciones, decrece porque el fujiaprismo se siente más fuerte. Y si al final no se van todos, como planteó Vizcarra, puede acabar siendo un bumerán popular contra su presidencia. ¿Salvador del Solar tiene mucho más tiempo como premier? ¿Hay más conejos en la chistera jurídica de palacio, incluyendo hasta una renuncia presidencial que aún parece poco probable?

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