¿El 30 de abril es feriado o día no laborable en Perú?
¿Cuál es el PRECIO DEL DÓLAR HOY?
Política

Peño (Cosa buena)

“La empecinada cacería de una nueva vida para el mochica es un ejemplo para los variados esfuerzos por rescatar lenguas perdidas, o en proceso de perderse, en el Perú”.

Mirko
Mirko

La publicación de cinco grabaciones hechas a Simón Quesquén en 1974 relanza una antigua carrera por rescatar el mochica (muchik). Por mucho tiempo se pensó que la última hablante articulada del idioma había fallecido en 1932; otros dicen que esto ocurrió en 1920. Sin embargo la familia Quesquén había mantenido, y había transmitido de padres a hijos, ese conocimiento (palabras y pronunciación).

Estas no son las primeras grabaciones, pero las anteriores habían ido desapareciendo una tras otra por la incuria de los depositarios. Ahora el legado de Quesquén (un informante renuente pero a la postre eficaz), la amplitud del material y la calidad técnica del registro nos van a acercar más al prácticamente desaparecido idioma, que tuvo varios cientos de miles de hablantes en el primer siglo de la Colonia.

Mientras tanto en la zona de antigua presencia del idioma hay esfuerzos, oficiales y ciudadanos, por mantener presentes palabras de la lengua considerada muerta. Antiguos diccionarios e instrumentos para la confesión, como el de Fernando de la Carrera (1644), heredero de varios vocabularios más tempranos, aportan listas de palabras y alcances de gramática, pero no los indispensables elementos de la pronunciación.

Aun así, hay una abundante bibliografía de estudios y manuales con el objetivo de desentrañar y difundir el mochica. La fórmula popular es “idioma muerto en período de revitalización”, y esto último se podrá materializar realmente cuando los sonidos entren a tallar. Ese habrá sido el aporte central de los Quesquén, que además es una familia con tradición musical.

Las grabaciones del 1974 fueron realizadas en Trujillo por el estudioso del mochica Américo Herrera, fallecido desde entonces. Su trabajo ha sido puesto al día por la lingüista Michaela Ziemendorff y su esposo Stephan. Un ensayo firmado por los tres en la revista Indiana del Ibero-Amerikanisches Institut cuenta la historia y delinea las perspectivas.

La empecinada cacería de una nueva vida para el mochica es un ejemplo para los variados esfuerzos por rescatar lenguas perdidas, o en proceso de perderse, en el Perú. Estas últimas son numerosas y se encuentran en diversos grados de crisis. Al lado de muchas de ellas hay un antiguo pueblo hoy en peligro de ver desaparecer sus lazos culturales y su identidad.

Los artículos firmados por La República son redactados por nuestro equipo de periodistas. Estas publicaciones son revisadas por nuestros editores para asegurar que cada contenido cumpla con nuestra línea editorial y sea relevante para nuestras audiencias.