Los pasos que dieron los postulantes a la frustrada JNJ

Por: Pamela Palacios

Una mezcla de perfumes había saturado el ambiente del auditorio de la Defensoría del Pueblo (DP). La familia del abogado Pedro Patrón lucía sus mejores vestidos y parecía recién salida de la peluquería. La congresista Rosa Bartra resaltaba con su traje rojo y su pelo alisado, mientras que el expremier Luis Solari apareció con un sobretodo de alpaca buscando un lugar donde sentarse.

La juramentación de Patrón como miembro de la Junta Nacional de Justicia (JNJ) estaba programada para el mediodía del martes 25, pero minutos antes La República había revelado que el, hasta ese momento, único ganador para ser miembro de la JNJ, Patrón Bedoya, tenía un proceso penal abierto por falsedad ideológica. Los minutos pasaban y crecía la sensación de que algo andaba mal. Un allegado a Bartra se acercó a decirle algo y rápidamente la sacó del lugar. Media hora más tarde una funcionaria apareció para leer un comunicado que cancelaba la juramentación “luego de conocerse información relevante que debían contrastar”.

¿Qué había pasado para que Pedro Patrón, a pesar de tanto nadar, se ahogara en la orilla?

El jueves 27, el presidente de la Comisión Especial de la JNJ, Walter Gutiérrez, dijo que, desde la prueba de confianza, conocían de este proceso y lo minimizó al señalar que si bien estaba criminalizado, tenía características administrativas.

Pero Patrón también contaba con denuncias sobre apropiación ilícita, estafa, lavado de activos que, según el mismo Gutiérrez, recién conocieron esa misma mañana. Agregó que lo ocurrido fue porque el sistema de información del Poder Judicial (PJ) no funciona.

Casi en simultáneo, el presidente del PJ, José Luis Lecaros, anunció la renuncia del secretario técnico de la comisión de la JNJ, Magno García Chávarry.

Según varias fuentes, García sí habría informado a los comisionados sobre la denuncia, aunque no habría insistido con el tema porque, supuestamente, el caso había prescrito, cuando en realidad seguía en trámite en la Corte Suprema.

Carrera con obstáculos

El exfiscal supremo provisional Víctor Cubas Villanueva fue uno de los tres postulantes que llegó hasta la etapa de la entrevista personal en este complejo concurso. De acuerdo a su relato, se trató de un proceso muy “riguroso, voluminoso y tedioso” que se inició con el llenado de un expediente virtual adjuntando a cada información el documento que lo respaldaba.

Cubas hace notar que en el formulario digital de inscripción había un apartado sobre los antecedentes penales, judiciales, registro de deudores morosos, alimentarios, y de violencia familiar. “Había que llenarlo de manera genérica con un sí o con un no”, recordó.

Además de los datos personales, también cumplió con registrar su formación académica, y su experiencia laboral .

Cubas no pudo consignar la data, solo porque no maneja técnicas informáticas y contrató un técnico en sistemas.

En su caso, dice que adjuntó no solo las constancias sino cada una de las resoluciones de los cargos que ocupó como fiscal desde 1983 hasta el 2017.

En la sección sobre capacitación, contestó y anexó los certificados, horas cumplidas, cursos realizados y notas obtenidas de sus estudios en la Escuela Nacional de Inteligencia, y de un diplomado en gestión pública en la Universidad de Lima.

Sus diez libros y artículos de revista los digitalizó página por página y los entregó en un programa especial para ser sometido a un peritaje de plagio. Además, los imprimió y llevó en físico a la Contraloría.

La siguiente etapa del concurso era la evaluación de conocimientos, y pese a la expectativa solo 3 de 104 postulantes lograron calificar. Ante ese escandaloso resultado, Gutiérrez dijo que el examen debió ser más aplicativo. El primer puesto lo alcanzó David Dumet al conseguir 86 puntos sobre 100, Víctor Cubas quedó en el segundo lugar (70) y Pedro Patrón en el tercero (66). Pero no pasaron ni horas para que se denuncie a Dumet como alguien muy agresivo en redes sociales, hasta contra fiscales del caso Lava Jato.

En la calificación curricular, Cubas se ubicó en primer puesto con 70 puntos, dejando atrás a Dumet (41) y a Patrón (51.75).

Luego vino la prueba de confianza, que consistió en los exámenes psicológico y psicométrico; y en las declaraciones de bienes y rentas y de conflicto de intereses. Sobre esta última se debía indicar qué familiares, hasta el 4° grado de consanguinidad y 2° de afinidad, tenían en el Estado. Cubas señaló que contaba con una prima que trabaja en la Fiscalía y otro primo, en el Tribunal Constitucional.

El 24 de junio llegó la entrevista personal, a la que asistieron los tres aspirantes y que debía definir a los ganadores. Lecaros fue el más punzante al entrevistar a Cubas, cuando lo cuestionó por archivar el caso Madre Mía, que implica a Ollanta Humala con delitos contra los derechos humanos. Vinculó este hecho al nombramiento -con resolución firmada por Humala- de su hijo como procurador. “Yo no lo archivé. Como fiscal opiné que no se puede pasar a juicio oral porque no había elementos para formular acusación. Y mi hijo trabaja en el Ministerio de Justicia, desde antes del 2009.”, replicó Cubas.

Con Patrón, sin embargo, la entrevista fluyó sin traspiés; aunque, como ya se vio, al final tampoco le sirvió de mucho.

¿Por qué no detectaron a tiempo los procesos contra él? ¿Cómo garantizar que eso no vuelva a pasar? Gutiérrez hizo ya su mea culpa y pedirá como solución tener acceso directo al sistema de información del Poder Judicial. ¿Será suficiente?