Política

Amauta en las redes del arte

“La muestra le ha dado a Amauta nuevos aires y lecturas, una fácil circulación internacional”.

MIRKO LAUER
MIRKO LAUER

Lo más notable de la espléndida muestra del MALI es la manera cómo logra redefinir a Amauta, y darle un nuevo tipo de actualidad, al convertirla casi en una revista de arte. Hay una obvia ganancia en esto, pues el mensaje ideológico-político de sus 30 números estaba fechado desde hace mucho tiempo. El arte y la literatura de sus páginas son lo que mejor ha sobrevivido.

Pero si bien los lazos con el vanguardismo que da título a la exposición son hoy un aspecto interesante de la revista, su fuerte no fueron las artes plásticas. Debilitar hasta casi borrar la línea divisoria entre indigenismo y vanguardismo (¿Es importante?), por ejemplo, tiene problemas en la teoría. Aunque debemos reconocer en ello una hábil y fructífera solución práctica.

Aunque la muestra no permite sospecharlo, Amauta no fue una presencia muy relevante en las artes plásticas de su época (1926-1930). En parte por la sensibilidad tan literaria de su director, en parte por las limitaciones técnicas y económicas de su impresión. Además, estrictamente hablando, no hubo un momento vanguardista puro en la plástica peruana, solo facetas de ello en unas pocas obras individuales.

Para salvar ese vacío, las curadoras han intercalado una muestra de arte latinoamericano de la época (sobre todo de México), una escena en la cual Amauta habría sido un pararrayos local y un influencer por mano de José Sabogal. Esta “muestra en la muestra” ha permitido la visita a Lima de grandes nombres y de obras memorables, que ayudan a poner a un activísimo José Carlos Mariátegui en foco.

Desde hace mucho América Latina viene buscando confluencias plásticas y culturales más complejas que la simple suma de representaciones nacionales. Esta muestra sobre “Redes de vanguardia” ciertamente lo logra, y de paso ofrece al país la posibilidad de encontrarse con un Amauta totalmente nuevo, con un lugar moderno en las vitrinas del mundo.

Al pasar por alto la ortodoxia mariateguista, bastante cargada al politicocentrismo, la muestra le ha dado a Amauta nuevos aires y lecturas, una fácil circulación internacional (tuvo éxito en Madrid, reseñas en grandes diarios del mundo, y hay museos esperando en otras ciudades), y la indispensable puesta al día que esperaba la estupenda revista.


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