Pablo Sánchez. Fiscal supremo. Extitular del Ministerio Público."Se dice que los fiscales supremos titulares van a ser suspendidos y que los adjuntos supremos titulares asumirán. Sin embargo, un adjunto supremo no puede cumplir las funciones de un supremo titular. La Constitución no prevé eso".,El fiscal supremo Pablo Sánchez recibió a La República para conversar sobre la crisis que atraviesa el Ministerio Público y la propuesta legal que el Ejecutivo ha presentado para reformar la institución. Sánchez es un fiscal que ha sido destacado por su trabajo, y bien vale la pena conocer su opinión en esta coyuntura tan complicada. ¿Cómo se llegó a esta crisis del Ministerio Público? Por una conducta no adecuada al cargo (de Gonzalo Chávarry), que ha llegado a su punto máximo cuando separó a Rafael Vela y José Domingo Pérez, generando una incomodidad nacional y una gran preocupación porque el caso Odebrecht se podía venir abajo. La imagen hacia afuera ha caído bastante y la cooperación judicial también. Esto ya no da para más. PUEDES VER Pablo Sánchez sobre acciones de Chávarry: “No ha hecho un mea culpa” El proyecto del Ejecutivo busca, precisamente, enfrentar la crisis. ¿Qué le parece? El objetivo es muy bueno: mejorar la institución y reestructurarla. Pero tiene que partir de un proyecto que tenga una base constitucional. ¿El proyecto es constitucional o no? Me parece que hay algunas cosas que lindan con lo inconstitucional. ¿Que lindan o que son? Mire, la Constitución dice que el fiscal de la Nación es elegido por los fiscales supremos titulares. Y una Constitución solo puede ser modificada por una norma del mismo nivel. Con una ley ordinaria no es suficiente. Este proyecto de ley modifica la forma de elección del fiscal de la Nación, un proceso que se encuentra establecido en la Constitución. Eso sería algo transitorio, mientras la Junta Nacional de Justicia se conforma y nombra a los nuevos fiscales supremos. No pues, no puede ser, ni por un día. Lo transitorio no puede superar las exigencias de orden constitucional. Usted me ha dicho al inicio que la situación de la institución es muy grave. Lo es. ¿Y la gravedad no justifica la adopción de ciertas medidas excepcionales? Sí, pero no de esa naturaleza. ¿Qué es lo que le preocupa? Que no se hagan las cosas como deben hacerse, que por apresurarnos caigamos en normas que generan más daño a la institución. ¿Puede explicarlo más? Acá (mostrando el proyecto de ley) se dice que los fiscales supremos titulares van a ser suspendidos y que los adjuntos supremos titulares asumirán. Sin embargo, un adjunto supremo no puede cumplir las funciones de un supremo titular. La Constitución no prevé eso. Sería momentáneo, debido a la situación excepcional en que la institución se encuentra. No pues, por una ley no. Entonces, por una ley se puede decir, también, que un fiscal provincial asume el cargo de un fiscal supremo. ¿Y eso estaría bien? Además, se están viendo casos emblemáticos, como el del juez César Hinostroza, a quien solo lo puede investigar el fiscal de la Nación o un fiscal supremo. Un adjunto supremo no puede hacerlo. Los abogados (de Hinostroza) cuestionarían eso. Hay que ser cuidadoso. No estoy en contra de la ley, lo que quiero es que las cosas se hagan bien. Si la ley del Ejecutivo se aprobara tal como está, usted sería suspendido… ¿Suspendido por qué? Yo tengo prerrogativas de orden constitucional. A mí solo me puede suspender el (ex) CNM o el Congreso. Y el Congreso es el que aprobaría la ley. Sí, pero yo tengo que tener algún cargo o imputación en mi contra. Para que me entienda: no cuestiono su desempeño. De hecho, usted y Zoraida Ávalos son fiscales supremos destacables, de acuerdo con los especialistas. Lo que digo es que, si procediera la suspensión, igual podría volver a su puesto si la Junta Nacional de Justicia lo nombra. ¿Después de cuántos meses? ¿Qué viene después de la suspensión? ¿Un cese? ¿O vuelvo a mi función? Temo que esto lleve a un exceso. Porque uno debería ser suspendido solo si ha cometido una falta grave. Yo estoy de acuerdo. Ahora, ¿no teme que digan que usted cuida su puesto en lugar de pensar en la mejora del Ministerio Público? No, no es así. Porque yo pienso más en los casos que se están investigando, como el de los ‘Cuellos Blancos’. ¿Lo va a investigar un adjunto supremo con atribuciones de titular supremo? ¿Cómo cree que se van a defender los investigados? Van a cuestionar la facultad de los adjuntos supremos, por más buenos que sean. Por eso, prefiero que la ley se elabore mejor y que se busque una fórmula distinta. ¿Qué fórmula? Por ejemplo, que un fiscal supremo provisional integre la Junta de Fiscales Supremos. Bajo esa fórmula, ¿seguiría Chávarry como un fiscal supremo? Es que yo no puedo despedir a nadie, yo no voy a decir ‘ellos se van y yo me quedo’. En todo caso, creo que es mejor pensar en fiscales supremos provisionales que en adjuntos supremos titulares. Los adjuntos supremos tienen el mismo nivel que los fiscales superiores y estos podrían decir que tienen el mismo derecho de integrar la junta de fiscales supremos. De hecho, ya hay algunos que están reclamando. Mi interés no es personal, es legal. ¿Justos pagan por pecadores en el proyecto de ley del gobierno? Me parece que sí. La preocupación del Ejecutivo es legítima, pero una vez presentado el proyecto al Congreso, hay que discutirlo artículo por artículo para que se mejore lo que haya por mejorar. ¿Del Gobierno lo llamaron para pedirle su opinión? A mí no. ¿Y la demora que podría generarse si se extiende demasiado el debate? La gente está indignada. ¿Vio cuánta gente protestó el jueves? Sí, sí he visto, es sorprendente. Yo espero que, desde el punto de vista técnico, se hagan bien las cosas. El proyecto tiene muchas inconsistencias de orden legal, empezando por el tema de los adjuntos. ¿Se pudo hacer más para evitar esta crisis? Hemos hecho lo que se podía hacer. La Ley Orgánica de la Fiscalía da pocas atribuciones a los fiscales supremos, no tienen funciones en la marcha de la institución. Y le recuerdo que le hemos hecho notar a Gonzalo Chávarry, desde el inicio, la inconsistencia de su trabajo. Varias veces le pedimos que renuncie al cargo. El origen de la crisis del Ministerio Público está en Chávarry. Siempre ha pensado que la culpa es de todos los demás: de la prensa, de los supremos, de los caviares. Y ha tenido bastante apoyo político. ¿Usted cree que el partido político que lo apoya a él me hubiera apoyado a mí? A mí me dieron fuerte, y yo no hice nada malo, solo cumplir con mi gestión. Si finalmente suspendieran a todos los fiscales supremos, ¿se siente preparado para dejar el cargo? Le voy a decir lo que le dije a mi familia: yo estoy preparado para todo.