Cuesta creer que los niños más pobres, precisamente aquellos que deben estar más protegidos por el Estado por su gran vulnerabilidad, sean sometidos a este tipo de discriminaciones y sujetos a una afrenta de tal calibre. Una empresa que es proveedora del programa social Qali Warma ha distribuido carne de caballo en latas entre los escolares que reciben este “beneficio” por parte del Gobierno.
Son conservas de la marca Don Simón, de la empresa Frigoinca, que servían para dos propósitos: para albergues de perros y para niños pobres. Debido al pésimo control del programa social, este producto fue distribuido y se consumió entre los beneficiarios. Asimismo, se ha podido establecer que junto con la carne de caballo también se entregaban otros productos cárnicos en mal estado. Por tal motivo, la Primera Fiscalía Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios de Lima dispuso ayer la incautación de más de 54.000 latas de conservas de cinco tipos de productos cárnicos de la marca Don Simón de un almacén de Lima norte, perteneciente a la empresa Frigoinca. La fiscal a cargo investiga los presuntos actos de corrupción cometidos entre funcionarios de Qali Warma y los propietarios de la empresa.
Hay que acotar que el caso se pudo conocer debido a la declaración de un colaborador eficaz que puso en marcha la investigación. Hay que añadir que los programas dominicales han incidido en esta denuncia, que muestra la desidia de un equipo ministerial al que la gente y, en especial, los más pobres no le merecen el más mínimo respeto. Más indignante aún si consideramos que la creación del Midis obedeció a la necesidad de un sector de la población de luchar contra el hambre y la pobreza, y que uno de sus principios básicos fue el respeto al ser humano, sea cual sea su condición. Sin usos políticos y con un marcado carácter técnico.
Ahora que ese sector de pobres y pobres extremos ha crecido consistentemente bajo este régimen, es doblemente grave que se atente contra la salud de los más vulnerables y que se muestre ese nivel de negligencia.
Los artículos firmados por La República son redactados por nuestro equipo de periodistas. Estas publicaciones son revisadas por nuestros editores para asegurar que cada contenido cumpla con nuestra línea editorial y sea relevante para nuestras audiencias.