En nombre de la patria se realizan actos positivos y hasta heroicos, aunque, también, patinazos ridículos bien intencionados pero no por ello menos retrógrados, como el que protagonizó ayer el Poder Judicial (PJ) con un patriótico tuit en el Día de la Bandera.
“El que, por acto de menosprecio, usa en estampados de ropa o de otra manera, los símbolos de la patria o la imagen de los próceres y héroes, será reprimido con pena privativa de libertad no mayor de un año o con prestación de servicio comunitario de 20 a 30 jornadas”, tuiteó ayer el PJ, y luego agregó que “los símbolos patrios se respetan #7DeJunio #DíaDeLaBandera”.
El PJ recurre a un muy antiguo artículo del código penal que se usó en 2008 en una demanda del ministerio de defensa contra la muy guapa vedette Leysi Suárez por aparecer calata en una foto montada en un caballo que tenía por montura una bandera nacional.
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El ministro de entonces Ántero Flores Aráoz señaló que “el vejamen de los símbolos patrios está tipificado como delito en el código penal” aludiendo al artículo de marras, y la patriótica vedette le respondió: “No temo una demanda porque no he cometido ningún delito, amo al Perú y lo demuestro en cuerpo y alma”.
La señora Suárez tenía razón. La demanda se archivó porque no había dolo, pero el asunto de fondo es que el supuesto menosprecio a un símbolo de la patria es un asunto subjetivo, además de que sería bochornoso que se le haya entregado el monopolio de los símbolos patrios a una institución.
Y no digan, por favor, que eso lo decide el comando de la Fuerza Armada, pues la patria es —como defensa civil— “tarea de todos” y no exclusividad de los cuarteles. ¿Y el derecho constitucional a la libertad de ideas y creencias?
La ‘vulgarización’ en el buen sentido de los símbolos patrios es una estupenda manera de acercar la peruanidad a la gente, en un contexto de libertad no parametrada, como debe ser.
Y pensando en maneras de amar al Perú y la patria en símbolos, cuerpo y alma, de lo que sí debería preocuparse el PJ es de tantos casos de jueces corruptos que pocas veces son sentenciados. Eso sí es un menosprecio inaceptable de la peruanidad, que debería ser combatido por el sin duda patriótico PJ.
Economista de la U. del Pacífico –profesor desde 1986– y Máster de la Escuela de Gobierno John F. Kennedy, Harvard. En el oficio de periodista desde hace más de cuatro décadas, con varios despidos en la mochila tras dirigir y conducir programas en diarios, tv y radio. Dirige RTV, preside Ipys, le gusta el teatro, ante todo, hincha de Alianza Lima.