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El clan presidencial

“Los parientes de un mandatario están particularmente expuestos a participar en enjuagues de diverso tipo. Lo habitual ha sido que uno o dos destaquen en este aspecto. Pero en el caso de Castillo sorprenden la velocidad y la abundancia”.

Cuatro sobrinos y dos cuñados. Parece el nombre de una de esas comedias británicas en torno a acontecimientos familiares. En cierto modo lo es. En este caso con jóvenes sospechosos de corrupción en la familia de Pedro Castillo. Uno está prófugo, otro ha regresado, todos tienen cuentas pendientes con la justicia.

No es la primera familia presidencial con este tipo de problemas. Los parientes de un mandatario están particularmente expuestos a participar en enjuagues de diverso tipo. Lo habitual ha sido que uno o dos destaquen en este aspecto. Pero en el caso de Castillo sorprenden la velocidad y la abundancia.

¿Hay alguna explicación convincente más allá del dicho sobre que en el arca abierta el justo peca? No parece haberla hasta el momento. Se podría hablar quizás de una cultura de la infracción, en la medida que en este caso parientes y amigos parecen comportarse muchos de parecida manera. Pero eso tiende a ser casi universal.

La prominencia de la familia en este caso podría deberse a que sin redes de relaciones personales con densidad en el tiempo y alcance nacional, al comienzo las vías para llegar a Castillo eran limitadas. Si los parientes siempre fueron un eficaz puente hacia el poder ubicado en las alturas, ahora empezaron a serlo mucho más.

Podemos imaginar a todos esos jóvenes descubriendo una mañana que tienen a un pariente cercano en la presidencia del país, y por tanto en la gerencia del Estado. Quizás la primera reacción es que eso significa puestos públicos. Pero pronto hubo quien los informó sobre que eso significaba contratos para obras. Mucho más interesante.

A pesar de que la idea de crimen organizado (siempre condicional o presunto), es casi seguro que quienes se acercaron a esos muchachos para proponerles negocios estaban mucho mejor organizados que el nuevo gobierno, completo o por partes. Era cuestión de tiempo para que el arca fiscal empezara a ser palanqueada. Poco tiempo.

Hay pros y contras. Un pariente presidencial con la mano en la lata llama la atención, más que un ciudadano común y corriente. El acceso a abogados está garantizado. De partida tiene en contra a los enemigos del gobierno. Pero también es probable que la justicia sea algo más cuidadosa, es decir considerada, en este tipo de caso.

La República

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