¿Defensa de Antauro?

La designación de Daniel Barragán como nuevo ministro de Defensa, pese o tal vez precisamente porque es un hombre vinculado al movimiento del exconvicto Antauro Humala, coloca nuevamente en signo de interrogación una decisión del Gobierno de Pedro Castillo.

¿Qué hace un vicepresidente de la fórmula del antaurismo en el 2021 integrando el gabinete del primer ministro Aníbal Torres? ¿Es una decisión adoptada en respuesta a un pacto del que no conocemos aún el contenido, pero que ya ensaya la entrega de una cuota del poder al nuevo socio, Antauro Humala?

Sea la respuesta que sea, hay algunas aclaraciones que requerimos en forma rápida. El presidente Castillo debe explicarle al país a qué obedece esta decisión que llega a ponerle más presión y preocupación a una situación peliaguda con las Fuerzas Armadas. No podemos olvidar que las relaciones entre la civilidad y los militares han tenido altibajos, y en el Gobierno actual estas se han exacerbado.

Las razones podrían estar en la inestabilidad permanente por los cambios y recambios de las autoridades designadas por el mandatario y que no generan una institucionalidad, indispensable para una organización tan vertical como las FFAA.

Tener una persona cercana a Antauro en la cabeza del Mindef puede dar pie a pensar en los sesgos que podrían resultar con esta designación. Desde la tenaz defensa del exrecluso de sus acciones en Andahuaylas y que se sancionaron con una larga cárcel. También con la sedición y la acción de armas que culminó con la muerte de tres policías.

Barragán también tendrá que explicar sus decisiones cuando se está a punto de elaborar los cuadros de ascenso en todas las armas. Cómo va a garantizar la transparencia y la neutralidad, si ya ha habido un proceso anterior teñido de irregularidades.

Hay una sombra que se cierne en un sector clave para la gobernabilidad como es Defensa. Habrá que mantenerse con activismo militante para evitar el mal manejo, el uso político de una institución que debe permanecer alejada del manoseo de cualquier autoridad civil. El ministro Barragán tendrá que establecer su plan de acción y deslindar lo más pronto posible de Antauro, si quiere ganar predicamento interno y respeto de quienes lo observamos, muy de cerca.