Las razones del voto

La encuesta del IEP de este fin de semana nos trae, además de la fotografía de las elecciones presidenciales a dos semanas exactas de su realización, una medición de las razones del voto de los peruanos por uno u otro candidato.

Se trata de una pregunta que permite explorar el motivo por el que un casi desconocido Pedro Castillo se enfrente con un lápiz a una gran operación mediática y al bombardeo masivo en paneles y redes con el apuntalamiento de todos los poderes fácticos; y las vayas derrotando.

Al preguntar cuál es la razón principal por la que votaría por Pedro Castillo, las personas que ya habían señalado sus preferencias por él, profundizan su decisión. Un 47% asegura que les ofrece el cambio que el país necesita. Casi un tercio de los votantes del profesor Castillo lo harían porque no quieren que el fujimorismo vuelva al poder, es decir 29%. El 14% lo haría porque él se preocupará por los que menos tienen. Un 8% porque confía en él.

Es decir, un 61% de los votantes de Castillo lo hace por razones programáticas y en respaldo a las iniciativas que ha planteado el candidato. En resumen, cambios al modelo económico y mejor redistribución, para que se atiendan las necesidades de los más pobres.

El antifujimorismo como causa del voto por Castillo reúne a un tercio de los votantes y es la expresión del antivoto que persigue a Keiko Fujimori y que ha sido una de sus herencias más pesadas. La confianza en el candidato no es una de las principales razones del triunfo de Castillo en la primera vuelta y tampoco sirve para explicar que se mantenga puntero en estas semanas previas a la elección del 6 de junio.

Al profundizar en las razones del voto de Keiko Fujimori, un 55% señala que no quiere que el comunismo o la izquierda llegue al poder. Es una inmensa mayoría la que encuentra en su candidatura una manera de cerrarle el paso a una opción que teme o desconoce. Las razones en positivo que dan para votar por ella son porque asegura estabilidad y orden (18%), porque confían en ella (13%) y porque ofrece el cambio que el país necesita (11%). Es decir, un 29% lo haría por sus propuestas.

Pareciera que la estrategia del miedo tiene sus limitaciones.