Corrupción jurada
“El JNE es un órgano del sistema electoral que se apresta a participar en el proceso electoral convocado para el 11 de abril. Es cierto que, salvo un magistrado, su composición será nueva. Aún así, deben revisarse los procedimientos engorrosos que el mismo JNE se ha encargado de burocratizar a través de caprichosas jurisprudencias”.
La exclusión del candidato presidencial Julio Guzmán de la carrera presidencial del año 2016 no solo fue la aplicación capciosa e interesada de la ley por parte del Jurado Nacional de Elecciones (JNE) sino una operación electoral mafiosa dominada por el dinero.
Tres personas –un aspirante a colaborador eficaz y dos testigos– han confiado a la Fiscalía que un brazo de la red criminal denominada Los Cuellos Blancos del Puerto infiltró el JNE con el fin de solicitar dinero para resolver las tachas en el proceso electoral del 2016. El despacho de la fiscal Rocío Sánchez, a cargo de ese caso, recabó esa información mientras investigaba las actividades de dicha red en la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE).
La misma información fue brindada a la Fiscalía por Guzmán, quien reveló que la mafia contactó a miembros de su organización hasta en tres oportunidades y que solicitaron 600 mil dólares por cada uno de los votos de los magistrados del JNE para que la tacha que le interpusieron en el Comité Electoral de Lima Centro, resuelta contra Guzmán, le fuera revocada en la máxima instancia electoral.
La información es gravísima; ensucia el proceso electoral del año 2016 en una dimensión extrema y coloca luces sobre una actividad temerariamente corrupta instalada en el JNE. No es la primera noticia en esa dirección. Ese mismo año, un abogado acusó a un magistrado del Jurado de haber recibido 10 millones de soles para votar en contra de Guzmán. El entonces presidente del JNE, Francisco Távara, quien votó contra la exclusión, encargó a la procuraduría denunciar ante la Fiscalía para que se investigue la denuncia, sin resultados. Ahora se tendrá que saber el motivo de ese archivamiento.
Es obvio que la mafia del Jurado subastó sus votos a favor o en contra de Guzmán, de modo que la decisión final que excluyó a dicho candidato fue asimismo objeto de soborno. Ese mismo año fue excluido otro candidato presidencial, y hubo en dichos comicios una inusual danza de tachas y exclusiones de candidatos al Congreso. Otros fallos sobre revocatorias expedidas por ese Jurado son objeto de procesos judiciales.
La denuncia debe ser esclarecida tanto por el pasado como por el futuro. El JNE es un órgano del sistema electoral que se apresta a participar en el proceso electoral convocado para el 11 de abril. Es cierto que, salvo un magistrado, su composición será nueva. Aún así, deben revisarse los procedimientos engorrosos que el mismo JNE se ha encargado de burocratizar a través de caprichosas jurisprudencias, y que son la puerta de entrada de corruptelas.
