Subsidios y apoyo
El bono de la luz y los programas de apoyo al agro y turismo.
El Gobierno ha emitido dos normas que ayudan a sectores en crisis, una para la economía familiar y otra de impacto empresarial, los decretos de urgencia del Bono Electricidad y del Fondo de Apoyo Empresarial a las Mypes del Sector Turismo (FAE-Turismo), respectivamente.
El Bono Electricidad consta de 160 soles y su propósito es garantizar el acceso de los usuarios residenciales al servicio de electricidad. No es una transferencia a los usuarios, sino que se hará efectiva a las empresas distribuidoras de electricidad. Cubrirá las facturas de luz pendientes de pago entre los meses de marzo y diciembre de este año. Este subsidio beneficiará a por lo menos 5 millones de familias y servirá como un pago en depósito con un monto límite, de modo que al mismo tiempo fomente el ahorro de energía en los hogares.
El FAE-Turismo permitirá que las medianas y pequeñas empresas afectadas por el impacto de la pandemia accedan a créditos para capital de trabajo. El fondo tendrá 500 millones de soles; y a los préstamos aplicarán las empresas que realizan actividades de hospedaje, transporte, agencias de viajes y turismo, restaurantes, actividades de esparcimiento, organización de congresos, convenciones y eventos, guiado y artesanías. Estas actividades generan, intensivamente, mano de obra.
Otro programa de estímulo económico ha sido anunciado, la concreción del subsidio al transporte urbano de pasajeros, que inexplicablemente se ha retrasado y que luego de la expedición de la norma, que se anuncia dentro de algunas horas, debe esperar el trámite de desembolso de en el nivel municipal (en Lima lo hará la ATU), con el consiguiente riesgo del aumento de contagios.
El Gobierno también anunció un programa de estímulo económico para financiar la segunda campaña del sector agrícola. El Fondo de Apoyo Empresarial (FAE-Agrícola) se encuentra en la fase de análisis en el Consejo de Ministros, y sería aprobado en los próximos días.
Las medidas concretadas o anunciadas son necesarias, aunque la demora es también significativa en relación con el ritmo de recuperación de la economía. En cualquier caso, representan los primeros pasos en los subsidios específicos, o programas de reactivación de sectores a los que no habían llegado los programas anteriores, es decir, una rectificación saludable. Ponen en valor una política más audaz para aliviar la economía familiar, en el caso del servicio de energía, y recuperar a sectores duramente golpeados por la crisis y que generarán puestos de trabajo.
