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La ruptura Colombia-Israel: el comercio podría sobrevivir pese a las tensiones diplomáticas

El 1 de mayo, la ruptura de relaciones diplomáticas entre Colombia e Israel se hizo efectiva. Según los análisis de la economista Ariela Ruiz Caro y el internacionalista Ramiro Escobar, las consecuencias en las esferas económicas y sociales podrían ser bastante distintas.

Gustavo Petro comparó la situación en la Franja de Gaza con el campo de concentración de Auschwitz, además responsabilizó a asesores militares israelíes en la dura represión al partido Unión Patriótica. Foto: Composición LR/AFP
Gustavo Petro comparó la situación en la Franja de Gaza con el campo de concentración de Auschwitz, además responsabilizó a asesores militares israelíes en la dura represión al partido Unión Patriótica. Foto: Composición LR/AFP

La ruptura de las relaciones diplomáticas entre Colombia e Israel significó el fin de un ciclo. Esta asociación, reflejada en una cooperación militar de larga data y en su posición como los principales aliados regionales de Estados Unidos, encontró su fin con la llegada de Gustavo Petro al gobierno y el brutal ataque israelí sobre la franja de Gaza. Sin embargo, esta ruptura no se reflejaría en las relaciones comerciales entre ambas naciones.

De acuerdo a Ariela Ruiz Caro, economista y consultora en temas de comercio, integración y recursos naturales, la ruptura de relaciones diplomáticas entre Colombia e Israel no marcaría, como podría pensarse, un cisma comercial.

― La ruptura de relaciones diplomáticas entre Colombia e Israel es ante todo un gesto político que se origina poco después del atentado de Hamás a Israel el pasado 7 de octubre. En aquella oportunidad, el presidente Petro comparó la situación en la Franja de Gaza con el campo de concentración de Auschwitz, en Polonia, en la Segunda Guerra Mundial, al señalar que él estuvo allí y que lo veía calcado en Gaza. Esto generó el repudio del Congreso Judío Mundial, que señaló que los dichos de Petro constituían una vergüenza para él y para Colombia. El presidente colombiano hizo referencia entonces a exmilitares israelíes que entrenaron a grupos paramilitares en Colombia y los responsabilizó de emprender el genocidio contra el partido izquierdista Unión Patriótica, cuyos miembros fueron asesinados en las décadas de los ochenta y noventa. Ya entonces, Petro amenazó con romper relaciones diplomáticas con Israel, cuestión que se hizo efectiva el 1 de mayo, por iniciativa suya.

Sin embargo, según informaciones recientes, la ruptura de las relaciones diplomáticas entre Israel y Colombia no afectará la actividad comercial que mantienen ambos países.

Colombia es el segundo socio comercial de Israel en Latinoamérica, después de Brasil. Si bien las exportaciones colombianas a Israel se incrementaron un 67% en los últimos cuatro años, en parte como resultado del Tratado de Libre Comercio que suscribieron ambos países en 2020, el mercado israelí solo representa el 1% de las exportaciones totales colombianas. Tradicionalmente, Colombia ha importado básicamente armamento y exporta principalmente productos altamente concentrados en carbón, y en menor medida café y flores. Es importante señalar que en 2023 Colombia no importó armas de Israel, pero sí ha comprado otros insumos como aparatos de telecomunicación, motores o productos de belleza, de acuerdo a lo señalado por la Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex).

 Durante el 8 de mayo, un grupo de personas utiliza una excavadora para buscar cadáveres en el complejo médico Al-Shifa. Foto: AFP

Durante el 8 de mayo, un grupo de personas utiliza una excavadora para buscar cadáveres en el complejo médico Al-Shifa. Foto: AFP

―  ¿Cree que este conflicto también podría afectar de alguna forma a la economía peruana?

― No tiene ninguna repercusión en la economía peruana. Además, políticamente, la posición del Perú en el genocidio que está perpetrando el Gobierno del presidente Benjamín Netanyahu no solo en la Franja de Gaza, sino también en Cisjordania, donde gobierna la autoridad palestina, es diametralmente opuesta a la colombiana.

Una repercusión que, salvo una excepción en la región, ha uniformizado la condena de los gobiernos latinoamericanos. Así lo señala el internacionalista Ramiro Escobar:

― Bolivia rompió relaciones con Israel hace algunos meses. Fue el primer país en hacerlo. Ahora es Colombia. No hay otro país que lo haya hecho. Pero sí, las críticas comienzan a surgir en esta región. Porque América Latina, hay que tener en cuenta algo, es una región de paz, es una región que siempre va a abogar por un acuerdo por los dos estados. Perú reconoce a Palestina como Estado, al igual que varios países de la región. Uruguay y Chile, por ejemplo. No creo que se llegue a la ruptura de relaciones, porque eso, más que una decisión diplomática, es una decisión política. De condena directa, abierta, a lo que está pasando. Perú es bastante cuidadoso con eso. Dudo mucho que lo haga. Me parece que Chile tampoco. Pero uno nunca sabe. Si lamentablemente la incursión en la franja de Gaza se agrava, pueden empezar a ver gestos de crítica más directa. De hecho, Chile mismo ya tuvo un incidente diplomático con Israel, ya superado. Pero si continúa la masacre en la franja de Gaza esto va a aumentar. Me parece difícil que otros países sigan el camino de la ruptura, como Colombia y Bolivia, pero ya se ve una agitación en la región por ese motivo. Además, como hay población de origen palestino y judío en la región, el interés es mayor.

En Brasil, por ejemplo, en boca del presidente Lula hubo durísimas críticas a Israel y de alguna manera está apoyando la causa por genocidio presentada por Sudáfrica a la Corte Internacional de Justicia. Está movido el barrio latinoamericano con respecto a este tema. Y no creo que haya ningún país que esté tranquilo con lo que está ocurriendo. Prácticamente todos son críticos de la actitud de Israel, menos Javier Milei, el presidente de Argentina. El mismo ha dicho que sus aliados más cercanos son Israel y Estados Unidos. Incluso ha anunciado que va a enviar ayuda humanitaria o ayuda en alimentos a Israel, creo que Israel no lo necesita, lo necesitan los palestinos. Milei es la excepción a la regla, porque en el resto de la región, la crítica es más severa, hasta llegar a la ruptura de relaciones, o más suave, pero siempre es crítica. El único país que no está criticando a Israel es Argentina y a mí me parece eso bien descabellado porque basta con mirar lo que está ocurriendo para convencerse de que la situación es bastante grave.

Durante una discurso por el Día del trabajo, Gustavo Petro anunció la ruptura de relaciones diplomáticas de Colombia con Israel. Foto: AFP

Durante una discurso por el Día del trabajo, Gustavo Petro anunció la ruptura de relaciones diplomáticas de Colombia con Israel. Foto: AFP

Sin embargo, según el análisis de Ruiz Caro, el impacto económico del conflicto en Medio Oriente requiere una apreciación particular.

― El conflicto tiene repercusiones regionales en los países vecinos, pero no en la economía latinoamericana. Muchos recuerdan la crisis internacional de los años setenta como consecuencia del incremento de los precios del petróleo después de la guerra de Yom Kipur de 1973, oportunidad en la cual la OPEP decretó un embargo petrolero que llevó a que los precios del petróleo se cuadruplicaran, hecho que activó una recesión mundial. Pero las condiciones no son las mismas. Entonces, las economías de Estados Unidos y los países de Occidente dependían fuertemente del petróleo. Hoy Estados Unidos es el mayor productor mundial de petróleo y el faltante lo importa de diversos orígenes. Además, la matriz energética se ha modificado y las energías renovables han adquirido una mayor importancia. Por otro lado, el mundo árabe y ningún país árabe petrolero reconocía a Israel. Hoy no es el caso.

Si el conflicto entre Irán e Israel hubiera escalado como consecuencia del atentado israelí en el consultado iraní el 1 de abril, donde fallecieron autoridades militares iraníes, podría haber estallado un conflicto internacional con graves repercusiones en la economía mundial. Pero no ha sido el caso. Ni Israel ni Irán están interesados en incursionar en una guerra.

Por su parte, Escobar indica que este conflicto sí podría iniciar un capítulo de mayor relevancia para la sociedad latinoamericana frente a este tema.

― Normalmente, el tema en Medio Oriente o lo que pasa en África, por ejemplo, no incide mucho en América Latina. Pero creo que esta vez sí está ocurriendo debido a que la situación en la franja de Gaza es desastrosa, escandalosa. Hay numerosos crímenes de guerra, denunciados por Naciones Unidas, Unicef y la Organización Mundial de la Salud, así como por movimientos humanitarios como Médicos Sin Fronteras, Reporteros Sin Fronteras y Amnistía Internacional. No se puede cerrar los ojos a lo que ocurre. Creo que es una interesante oportunidad para que América Latina no solo critique lo que sucede, sino que también sea propositiva, proponiendo alguna salida posible a este horroroso infierno que se vive allá. También, como mencioné hace un momento, hay poblaciones de origen palestino y judío en varios países, lo que aumenta el interés.

 Manifestantes protestan en la Academia de la Universidad de Utrecht pidiendo que la universidad rompa todos los vínculos con Israel. Foto: AFP

Manifestantes protestan en la Academia de la Universidad de Utrecht pidiendo que la universidad rompa todos los vínculos con Israel. Foto: AFP

Además, no hay que olvidar que los campamentos en las universidades comenzaron en Estados Unidos, pero ya están llegando a la región. Hay uno en la Universidad Autónoma de México, que es la más grande y mejor de América Latina. Parece que se está formando otra en Colombia también. Eso hace que América Latina ya no sea tan indiferente a lo que pasa en Oriente Medio. Esto se debe a los niveles de destrucción provocados por la represalia israelí luego de los ataques del 7 de octubre perpetrados por Hamás. La represalia ha sido increíblemente desproporcionada y eso está agitando conciencias, generando gestos políticos que antes no se habían dado.