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¿Quién es Ruja Ignatova, la ‘Reina de la criptomoneda’ y la mujer más buscada por el FBI?

Ruja Ignatova se autodenominaba la ‘Cryptoqueen’ porque, según ella, diseñó una criptomoneda que competiría con el bitcoin. Sin embargo, hoy se desconoce su paradero y es una de las personas más requisitoriadas.

Ruja Ignatova se encuentra prófuga. Foto: composición de Fabrizio Oviedo/La República/Udgtv/BBC
Ruja Ignatova se encuentra prófuga. Foto: composición de Fabrizio Oviedo/La República/Udgtv/BBC

Ruja Ignatova prometía que, con su criptomoneda OneCoin, todos podría pagar lo que sea sin importar el lugar o la cantidad. Así, ella aseguraba a sus seguidores que sería incluso superior al bitcoin, el primer activo digital creado en el mundo y el más utilizado.

En 2016, en medio del boom por esta forma de pago, muchas personas buscaban involucrarse en lo que parecía una nueva y rentable oportunidad. Una de ellas fue Ruja Ignatova, pero ¿quién es realmente ella y por qué es una de las mujeres más buscadas por el FBI?

¿Quién es Ruja Ignatova y por qué es la mujer más buscada por el FBI?

Ruja Ignatova, en el 2016, causó una gran conmoción al jurar frente a una audiencia que se congregó en el Wembley Arena que el OneCoin acabaría con el bitcoin.

“¡En dos años, ya nadie hablará del bitcoin!”, exclamó a sus seguidores.

Actualmente, es una de las mujeres más buscadas por el FBI, ya que estafó a miles de personas de diferentes países por una suma total que ascendería, de acuerdo a la entidad federal, a los US$ 4.000 millones, entre agosto de 2014 y marzo de 2017.

Ignatova era una empresaria de 36 años. Ella era presentada como una mujer con una trayectoria brillante: supuestamente había estudiado en la Universidad de Oxford, tenía un doctorado de la Universidad de Konstanz y había estado una temporada en la consultora de gestión McKinsey and Company.

Su supuesto éxito hizo que muchos confiaran en ella e invirtiera sus ahorros, incluso los de todo su vida. Su esperanza era la de formar parte de esta nueva revolución.

OneCoin

Sede de OneCoin en Bulgaria y Davina, yate propiedad de Ruja Ignatova. Foto: composición LR/BBC

Entre los países que llegaron a invertir en OneCoin figuran: Pakistán a Brasil, de Hong Kong a Noruega y de Canadá a Yemen.

De acuerdo con documentos filtrados a la BBC, solo los británicos invirtieron más de US$ 30 millones en los primeros seis meses de 2016, más de US$ 2 millones en una sola semana.

Sin embargo, la aparente pomposidad bajo la que se encontraba OneCoin no sería eterna, debido a que el intercambio prometido, que permitiría que la criptomoneda se convirtiera en dinero en efectivo, estaba demorando y empezaba a preocupar a los inversores.

Este problema sería resuelto con una hora y fecha en específico: octubre del año 2017 en la capital de Portugal, Lisboa. Todos los promotores europeos se reunieron, pero Ruja Ignatova nunca apareció.

Algunos fieles creyentes temían que los bancos la hubieran asesinado o secuestrado, puesto que ella había advertido que dichas entidades estaban temían a su revolución.

No obstante, Ignatova había pasado a la clandestinidad. Según los registros del FBI presentados en documentos judiciales a principios de 2019, el 25 de octubre de 2017, a dos semanas de no llegar a la reunión en Lisboa, abordó un vuelo de Ryanair de Sofía a Atenas.

Sobre su desaparición se han creado diversas teorías: que hay personas protegiéndolas en su Bulgaria natal, que lleva una vida normal por las cirugías que se hizo, que podría estar en Londres e incluso se ha comentado de la posibilidad de su muerte.

De todo lo anterior solo puede caber una certeza: la autonominada ‘Cyptoqueen’ explotó los puntos débiles de la sociedad y supo enfocarse en personas desesperadas, codiciosas y confundidas que invirtieran por OneCoin.

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