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Las claves que explican cómo Vladímir Putin ha logrado mantenerse 20 años en el poder

Irrumpió en la escena política en 1999 y podría quedarse hasta 2036. Líder ruso ha sabido sembrar una estable popularidad entre la población y podría convertirse en el presidente más longevo, tras Stalin.

Putin llegó al poder en 1999 y culminó su segundo mandato en 2007. De 2008 a 2012 cumplió la labor de primer ministro de Rusia. Su liderazgo podría prolongarse hasta 2036. Foto: composición de Fabrizio Oviedo/EFE/AFP
Putin llegó al poder en 1999 y culminó su segundo mandato en 2007. De 2008 a 2012 cumplió la labor de primer ministro de Rusia. Su liderazgo podría prolongarse hasta 2036. Foto: composición de Fabrizio Oviedo/EFE/AFP

No hay día en que Vladímir Putin no acapare las portadas de los principales medios de prensa del mundo. Ya sea por la guerra entre Rusia y Ucrania, o por los crecientes rumores sobre su estado de salud, el líder ruso es una de las personas más influyentes de la actualidad.

Esa cuota de particular carisma que genera controversia y que siempre lo ha mantenido en el radar político, sumado a su imagen de gobernante fuerte y duro, es el resultado de años de planificación tras los bastidores del Kremlin, arduo trabajo que, a la fecha, le han otorgado una estable popularidad entre los rusos, sobre todo en la población de mayor edad.

Su fama es tal, que, pese a que la Constitución de Rusia solo permite que el jefe de Estado cumpla dos mandatos, Vladímir Putin, de 69 años, lleva gobernando durante cuatro, de manera directa e indirecta, y podría mantenerse hasta 2036. A continuación, te mostramos las claves que han llevado al polémico mandatario a mantenerse en el poder del país más grande del mundo.

Su sorpresiva llegada en 1999

Tras la caída de la Unión Soviética en 1991, los rusos eligieron al político Boris Yeltsin como su primer presidente. No obstante, las fuertes crisis económicas que golpearon la nación menguaron la popularidad del mandatario, hasta su renuncia en 1999. En ese escenario, apareció un joven Vladímir Putin, un exagente de la KGB que era conocido por su lealtad y por cumplir sus promesas a cabalidad.

Esas potenciales características le dieron el voto del pueblo, que lo eligió de manera absoluta como presidente de Rusia.

Las acciones militares del nuevo gobernante en la República de Chechenia y el crecimiento económico que experimentaron los rusos a inicios del nuevo siglo, consolidaron la imagen de Putin como un hombre fuerte, que lideraría el resurgimiento del poderío del Estado ruso.

Con Boris Yeltsin en 1999. Foto: AFP

Con Boris Yeltsin en 1999. Foto: AFP

Su mensaje contra la oligarquía

Hoy en día, y tras el inicio de la guerra con Ucrania, se han develado diversas sanciones contra varios oligarcas rusos. Pero este sistema no es nuevo, y de hecho persevera desde la época en que Boris Yeltsin se mantuvo como presidente de Rusia.

Luego de su llegada al poder en 1999, Vladímir Putin anunció que los tratos de su predecesor con los prósperos empresarios se terminaría. Es así que culminó confiscándole los bienes a Mijaíl Khodorkovski, dueño de la petrolera Loukos y el principal oligarca de la era Yeltsin, que fue acusado de evasión de impuestos.

Khodorkovski también fue castigado y arrestado por no compartir la visión de Putin y su sentencia marcó un precedente positivo contra la oligarquía.

Fin a la elección directa de gobernadores

En el marco de los conflictos contra la República de Chechenia, en 2004, un grupo de hombres armados tomó rehenes en la Escuela Número Uno de Beslán y ejecutó una masacre. Allí perecieron 331 personas, 186 de ellas eran niños.

El ataque desafió la pretensión de poder de Vladímir Putin, que, en respuesta, decidió poner fin a la elección directa de gobernadores para tener el control total del territorio ruso, y no ser desafiado.

Para Ben Noble, profesor de política rusa, en ese momento, el líder dejo de ser visto como un jefe de Estado democrático, para ser percibido como una persona que no lo es.

“Ucrania puede desaparecer del mapa mundial”, advierte expresidente ruso Dmitri Medvedev

Dmitri Medvedev fue presidente de 2008 a 2012 en Rusia, en un periodo en el que Vladimir Putin dejó el cargo debido a una limitación legal de los mandatos y pasó a dirigir el gobierno. Foto: AFP

Gobierno bajo cargo de primer ministro

En 2007, el segundo mandato de Vladímir Putin llegó a su fin. Para las siguientes elecciones, el líder presentó a Dmitri Medvédev como su sucesor predilecto.

Medvédev fue elegido y Putin se convirtió en su primer ministro.

“Fue el comienzo de lo que se denominó el período de la tandemocracia en Rusia: Putin mantuvo el control del país, pero, al menos, formalmente, Medvédev era el presidente”, señala Noble.

Pese a los cambios, hay evidencia de que Medvédev no era un títere del popular líder ruso, e intentó promulgar algunas reformas. Sin embargo, pese a las diferencias entre ambos, durante ese tiempo, el Gobierno de Medvédev implementó una nueva normativa que ayudaría a Putin en el futuro.

Vladimir Putin se ha manifestado en varias ocasiones sobre las sanciones al gas ruso. Foto: EFE

Vladimir Putin se ha manifestado en varias ocasiones sobre las sanciones al gas ruso. Foto: EFE

Reformas y opción de gobernar hasta 2036

Bajo las sombras, Putin fue el máximo beneficiario de las reformas a la Constitución de Rusia ejecutadas en 2008. Con ellas, Medvédev extendía el mandato de un presidente de 4 a 6 años y aumentaría la legislatura de la Duma o Cámara de Diputados de 4 a 5 años.

Esta ley le permitiría al sucesor de Medvédev gobernar durante 12 años.

Ya como mandatario, Putin propuso enmendar la Constitución una vez más. Uno de sus principales cambios es darle al líder la posibilidad de postularse por otro dos periodos, es decir, hasta 2036.

Si Vladímir Putin se presenta como candidato a la reelección, se convertiría en el mandatario más longevo del mundo, superando a Iósif Stalin, que gobernó la URSS durante 30 años.