La violencia contra las mujeres, la eterna pandemia en América Latina
La socióloga Yolanda Roca, especialista en temas de género, traza un diagnóstico de la región a propósito del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
Por: Yolanda Roca
El 25 de noviembre de cada año se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, una fecha con carácter oficial en la Organización de las Naciones Unidas desde el año 1999. Cada año son miles las mujeres que son asesinadas por el solo hecho de serlo: una de cada tres mujeres han sufrido abusos a lo largo de su vida.
América Latina es la segunda región más letal del mundo para ser mujer, después del África. El mismo reporte revela que 137 mujeres son asesinadas cada día en el mundo por un miembro de su familia, y que dos de cada tres asesinatos son cometidos por las parejas o familiares. El hogar resulta ser el lugar más inseguro para nuestras mujeres.
A nivel regional, según el Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe y la CEPAL, al menos 4.555 mujeres fueron víctimas de feminicidio, teniendo en cuenta la información oficial para 15 países de América Latina y 3 del Caribe.
Se observa que una de las principales estrategias de control de los perpetradores es la de aislar a la víctima. Justo en época de pandemia por la COVID-19 se dispuso el aislamiento social preventivo dispuesto en la gran mayoría de países latinoamericanos. Esto ha contribuido al aumento de los casos de la violencia contra las mujeres y de los feminicidios en los países de la región.
Es importante señalar la desidia de los Estados, que pese a los acuerdos internacionales que surgen de las Convenciones no se esfuerzan por garantizar la investigación y recopilación de estadísticas basadas en evidencia.
En América Latina, las tasas más altas de feminicidio en 2020 corresponden a Honduras, República Dominicana y El Salvador. No obstante, en México, la tasa de feminicidios también es alta: 10 mujeres son asesinadas a diario por violencia de género y 26 mujeres y niñas desaparecen.
Otros países que se ven afectados sobre esta realidad son Colombia, Argentina, Uruguay, Paraguay, Chile y Brasil, ya que hasta la quincena de enero de este año habían asesinado a 50 mujeres en promedio por día. Esto se traduce en unos 2.000 niños huérfanos.
¿Y en el caso de Perú?
Solo en nuestro país en lo que va del año hay 132 casos de feminicidios, 4% más que el 2020. Si bien es cierto nuestros Gobiernos fortalecieron algunos mecanismos para evitar estas violencias, como ampliar las casas de refugios y la línea 100, las respuestas son insuficientes ante la emergencia que persiste.
Corresponde al Gobierno tener un mayor compromiso político, pues desde las necesidades particulares de nuestras mujeres se deben implementar estrategias que permitan su desarrollo. Además, se requiere que adopten de manera eficaz políticas públicas integrales en las que trabajen de manera coordinada los sectores judiciales, policiales, sanitarios y sociales con suficiente presupuesto.
El avance hacia el logro de erradicar esta violencia es muy lento. Recién en este año se ha implementado un sistema web de interoperabilidad entre comisarías de familias y juzgados especializados para permitir la transmisión inmediata de información y acelerar medidas de protección para las víctimas.