Fiestas juveniles desataron macrobrote en Mallorca

Lo que iba a ser un viaje de fin de curso al turístico archipiélago de las islas Baleares, en Mallorca, se convirtió el último lunes en la pesadilla de al menos 900 estudiantes que terminaron infectados con COVID y más de 3.000 personas en cuarentena por haber estado expuestas al contagio durante su estadía entre el 18 y 20 de junio en dicha localidad, donde las restricciones por la pandemia fueron ampliamente vulneradas.

Del domingo al lunes, unos 249 estudiantes fueron trasladados por el Govern al “hotel puente” de Palma con la finalidad de hacerles una prueba PCR. Del número de exámenes realizados, 62 han dado positivo, 175 negativo y 12 están pendientes de resultados. Entre los positivos, 9 de ellos presentaban síntomas y han sido trasladados “por un principio de precaución y por prudencia” al Hospital Son Espases, dado que el hotel ‘puente’, el Palma Bellver, no está medicalizado. “Algunos con fiebre, dolor de garganta y malestar general, alguno con fiebre alta, de más de 38,5 con síntomas leves”, dijo la ‘consellera’ balear de Salud, Patricia Gómez.

El Govern balear ha podido identificar varios locales en donde se realizaron fiestas clandestinas, incluso conciertos, en las que no se respetaba para nada las medidas de bioseguridad. Muy por el contrario, había mucho descontrol juvenil en locales y hasta las vías públicas de la zona turística.

Madrid, la más perjudicada

La región de Madrid es la más afectada, con 320 jóvenes diagnosticados y más de 2.000 en cuarentena, indicó el viernes la directora regional de Salud Pública, Elena Andradas.

“Todo indica, en función de las pruebas PCR, que se trata de la variante británica”, bautizada como alfa, precisó durante una rueda de prensa.

En total, de las 17 regiones del país, al menos siete han detectado casos vinculados a este foco de contagio.

Algunos padres de familia mostraron su incomodidad con el aislamiento de sus hijos bajo multa.