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Colombia mantiene negativa de dialogar con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional

De manera tajante, Iván Duque se negó a la propuesta del Ejército de Liberación Nacional. La libertad de los rehenes es uno de los puntos en los que insiste el mandatario.

Iván Duque no cede ante la propuesta del ELN. (Foto: Difusión)
Iván Duque no cede ante la propuesta del ELN. (Foto: Difusión)

El Gobierno de Iván Duque volvió a negarse a la propuesta del Ejército de Liberación Nacional (ELN), la última guerrilla activa en Colombia luego del acuerdo de paz con las extintas FARC. La propuesta busca un cese al fuego por ambas partes para el reinicio de los diálogos frustrados.

La respuesta del presidente colombiano ha sido tajante. Duque exige, además, la liberación de sus secuestrados y el cese de todos los actos criminales.

“El ELN es un grupo terrorista que ha flagelado con barbarie al país por décadas. Colombia les exige que liberen los secuestrados y pongan fin a sus actos criminales”, respondió de modo tajante el mandatario colombiano.

El mandatario también lanzó su estrategia de sometimiento a la justicia para los integrantes de otros grupos armados ilegales, además del ELN.

“De pactarse ese cese bilateral, se crearía un clima de distensión humanitaria, favorable para reiniciar los diálogos de paz”, se lee en una carta firmada por el ELN.

Aunque la guerrilla menciona el llamamiento al alto al fuego, hecho por el Consejo General de Naciones Unidas y hasta del papa Francisco, el ELN no se muestra a favor de la liberación de los secuestrados, una de las principales posturas de Iván Duque.

El pasado miércoles 8 de julio, Duque lanzó oficialmente su estrategia de sometimiento a la justicia exclusiva para los jefes de los llamados Grupos Armados Residuales (GAO), como los que figuran el Clan del Golfo, Los Pelusos, Los Carrapos y las disidencias de las FARC.

Desde esta ruta, el gobierno colombiano ofrece incentivos de carácter jurídico y económico a los integrantes de tales bandas para dejar las armas. Pero los miembros del ELN deberán continuar el camino de desmovilización individual que existe para este grupo desde el 2003.

La respuesta del Gobierno no es una sorpresa si se toma en cuenta que el pasado 2 de julio se detuvieron a ocho presuntos guerrilleros del ELN, quienes participaron en el atentado con carro bomba contra la Escuela de Cadetes General Santander, el cual dejó 22 muertos y 89 heridos.

El presidente reiteró que aquel atentado era un mensaje a la guerrilla y que significó el quiebre de las posibilidades de continuar con la negociación que el expresidente Juan Manuel Santos había puesto en marcha con el grupo guerrillero.

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