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“Catástrofe” en playas británicas: veraneantes hacinados y 33 toneladas de basura

Mientras la COVID-19 deja más de 43.000 muertos, miles de británicos abarrotaron y ensuciaron las playas en el día más caluroso del año. Policía emitió más de 500 multas.

Foto: Difusión.
Foto: Difusión.

Tras la ola de calor que azota Europa, miles de veraneantes británicos colapsaron las playas, este jueves 25 de junio, lo que llevó a las autoridades a llamar a la Policía para dispersarlos ante la pandemia de coronavirus (COVID-19).

En el día más caluroso del año en Reino Unido, la temperatura alcanzó los 33.3 grados centígrados en el aeropuerto londinense de Heathrow.

Aunque permanece la consigna de mantener las distancias para evitar la expansión de la enfermedad, las multitudes llenaron los balnearios; el ayuntamiento de Bournemouth, ciudad costera del sur de Inglaterra, lo declaró como un “incidente grave y catastrófico”.

Tras una respuesta coordinada de la Policía y servicios de rescate, el ayuntamiento emitió un comunicado donde deploró la actitud “irresponsable” y “chocante” de los bañistas.

Por su parte, la Policía del Reino Unido puso más de 500 multas por estacionamiento ilegal y se enfrentaron a abusos verbales por parte del público.

Por la mañana se habían recogido más de 33 toneladas de basura en las costas de la localidad. “No estamos en condiciones de recibir tantos visitantes en este momento (...) por favor no vengan, no estamos listos para recibirlos”, suplicó la alcaldesa, Vikki Slade.

Las autoridades sanitarias británicas recomiendan actualmente mantener una distancia de dos metros entre personas para evitar la propagación del nuevo coronavirus (COVID-19), que ha causado más de 43.000 muertes en Reino Unido.

Esta distancia se reducirá a un metro para permitir que los pubs, restaurantes, peluquerías y cines vuelvan a abrir sus puertas el 4 de julio, pero solo si se ponen en práctica medidas para disminuir el riesgo, como equipos especiales de protección o ventilación.

"Seguimos en una crisis sanitaria y el gran número de personas que visitan nuestra zona aumenta la presión sobre nuestros servicios de rescate", dijo Sam de Reya, de la policía local.

El calor ha sacudido con fuerza gran parte de Europa esta semana, con temperaturas superiores a los 30 grados en los países escandinavos.

Esta ola de calor, la primera desde que el coronavirus llegó a las vidas de los europeos, debería remitir el fin de semana.

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