Indignación por muerte de dos perros tras uso de gases lacrimógenos durante protestas
Las mascotas estaban en perfecto estado de salud hasta que Carabineros comenzaron a lanzar bombas durante las manifestaciones en Chile.
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Indignación ha causado el maltrato animal contra dos mascotas de raza mestiza por parte de carabineros en Chile. Según informaron, ambos canes fallecieron, luego de que respiraran el gas lacrimógeno lanzado durante las manifestaciones sociales que se desarrollan en el país.
Las perritas Polilla y Clio siempre salían de paseo con los habitantes de la zona por un parque cercano dos veces al día. Sin embargo, desde que iniciaron las protestas en noviembre del 2019, la salud de ambas perras comenzó a deteriorarse.
El 8 de noviembre, Polilla tuvo que ser trasladada de inmediato a una clínica veterinaria donde los médicos le diagnosticaron gastroenteritis hemorrágica y, dos días después, Clio presentó una pancreatitis.
Ambos animales estuvieron internados en la clínica veterinaria Macul hasta el 14 de noviembre, pero una de ellas murió de un paro cardiorrespiratorio. Polilla también comenzó a sentir los mismos síntomas y, días después, se le practicó la eutanasia para evitarle más sufrimiento ante el grave cuadro que presentaba.
Luego de la muerte de ambos canes se les practicó la necropsia para conocer a fondo las razones de sus dolencias. Los especialistas determinaron que ambas mascotas fallecieron por intoxicación por las bombas lacrimógenas.
Los residentes de la zona han presentado una acción judicial, con el objetivo de responsabilizar a los Carabineros por utilizar los productos tóxicos que no solamente hacen daño a los animales de la zona, sino a las personas que transitan y viven en los alrededores de donde se realizan las manifestaciones sociales.
Cristián Apiolaza, abogado de la Defensoría de Derechos Animales, declaró ante BioBioChile, que hasta la actualidad no se han conocido otros perros que hayan muerto por las bombas lacrimógenas, pero sí se han registrado casos de enfermedades gastrointestinales.
El letrado insistió en que las dos mascotas eran revisadas en forma permanente y que no tenían una enfermedad antes de lo ocurrido, lo que refuerza la teoría de que son los gases lacrimógenos los que les provocaron la muerte.
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