“Yo lo di a luz y lo cuidaré”: madre de 84 años atiende a su hijo con polio desde que era bebé [VIDEO]

La labor de una madre nunca termina a pesar de que sus hijos hayan crecido, es lo que señalan miles de mujeres que tuvieron el privilegio de traer un bebé al mundo. Un ejemplo de ello es la historia de Gao Xuefeng, una mujer de 84 años que ha conmovido a los habitantes de China.

La octogenaria madre vive en la pobreza, pero ello no le ha impedido continuar con su abnegada labor, el de cuidar a su hijo enfermo por más de 50 años quien padece de poliomielitis desde cuando era un bebé, informó el Daily Mail.

Gao Xuefeng alimenta, limpia y da masajes a su hijo Guo Desheng, que permanece acostado en una cama por la enfermedad que padece. Además, le ayuda a darse varias vueltas para evitar que su cuerpo se entumezca y limpia sus desechos.

“Yo lo di a luz, así que estoy dispuesta a cuidarlo sin importar lo difícil que sea”, dijo la desinteresada madre que vive en la aldea de Qifang, provincia de Henan, en el centro de China.

Xuefeng tiene otros seis hijos, pero Guo es el único que vive con ella por el problema de salud que tiene. Según contó Gao, cuando su niño tenía tres meses de nacido los médicos descubrieron que tenía varias enfermedades como la hidrocefalia, mal que provoca la acumulación de líquidos en el cerebro y que puede dañar varios tejidos.

Los especialistas también descubrieron que su hijo había sido afectado por el mal de polio. Cuando era pequeño, Guo era cuidado en turnos por sus hermanos y padre.

Con el paso de los años, los niños crecieron y formaron su propia familia, por lo que la mujer se quedó sola con el cuarto de sus hijos. En 1998, el esposo de Gao falleció convirtiéndose en la única cuidadora.

La abnegada madre sufre de artritis e hipertensión crónica, pero realiza todas las tareas domésticas a diario y permanece en casa la mayor parte del tiempo en caso de que su hijo lo necesite.

La señora Gao señaló que Desheng podía hablar durante la mayor parte de su vida, pero en 2012 se descubrió que su hijo tenía un coágulo de sangre en el cerebro, y después de que lo atendiera durante dos semanas en una clínica local, descubrió que el muchacho ya no podía hablar.

Durante una entrevista a la agencia local Jiaozuo News declaró “No puedo dejarlo atrás. Antes, aunque la vida era dura, al menos tenía alguien con quien hablar en casa, pero ahora sólo puedo soportarlo todo yo sola”.

El duro trabajo que conlleva atender a un paciente ha ocasionado que Gao también vea afectada su salud. Actualmente, presenta deformidad en sus piernas y le cuesta mucho trabajo caminar por sí misma.

“Mis piernas están dobladas porque es un trabajo duro cuidarlo todos los días”. Necesito usar la fuerza cuando lo ayudo a voltearse’, agregó Xuefeng.

Miles de personas se han sentido conmovidas por la dedicación de la señora Gao. Las autoridades del pueblo anunciaron que continuarán apoyando económicamente a la madre y al hijo.