Perros hallan el esqueleto de un animal prehistórico en la orilla de una playa
Los animales paseaban con su propietario por la costa cuando divisaron el fósil de 1.6 metros que data de 65 millones de años de antigüedad.
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Un hombre que paseaba con sus mascotas por una playa de Somerset, Inglaterra, descubrió el esqueleto de un animal prehistórico de 65 millones de años de antigüedad.
Jon Gopsil realizaba su caminata matutina por la costa el pasado sábado cuando sus animales comenzaron a olfatear un hueso. Al acercarse y revisar los restos se percató que se trataba de un fósil de 1.6 metros el cual se encontraba expuesto en la orilla del mar, según contó a Daily Mail.
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El sujeto de 54 años aficionado a la arqueología, intuyó que la pieza fosilizada pertenece al periodo prehistórico. “Al parecer, sería una criatura marina similar a las marsopas, conocidas como ictiosauros que vivieron durante el periodo jurásico”, reveló Gopsil.
El hallazgo convocó a estudiosos en prehistoria que iniciaron a analizar el esqueleto. El Dr. Mike Day, conservador del Departamento de Ciencias de la Tierra del Museo de Historia Natural, confirmó que es probable que los restos pertenezca a un ictiosauro.
“Mirando este espécimen, basado en el número de huesos en la paleta pectoral, la aparente ausencia de una faja pélvica, así como la distintiva “joroba”, es probable que se trate de los restos de un ictiosauro”, manifestó.
En declaraciones a la prensa, Gopsil afirmó “A menudo voy a la playa a pasear con mis perros y cuando baja la marea vamos a las rocas porque les gusta jugar allí. Estábamos en el mar cuando vi esta cosa y pensé ‘¿qué es eso?’, así que me acerqué un poco más y pensé vaya”.
“Me di cuenta de que era algo increíble, de calidad museística, y en cuanto lo vi supe que había encontrado algo especial. Pensé que era obviamente una criatura marina fosilizada, posiblemente un ictiosauro. Me quedé asombrado al verlo allí. Es realmente increíble que haya sobrevivido durante tanto tiempo y que ahora esté ahí para que todo el mundo lo ve”, aseveró Jon.
Gopsil junto a sus perros Poppy y Sam pasean todas las mañanas por la orilla de la playa. El aficionado a la caza de fósiles aseguró que ha encontrado un buen suministro de amonitas, por lo que siempre mantiene los ojos bien abiertos.
Al día siguiente regresó a la bahía con una de sus mascotas que halló nuevamente una piedra fosilizada. Al parecer, el clima tormentoso arrastra gran parte del barro por lo que las rocas quedan un poco expuesta.
Con sus propias rocas jurásicas y triásicas, las bahías septentrionales de West Somerset son un punto de acceso conocido para los hallazgos de fósiles, incluyendo las ciudades de Watchet y Kilve.
El año pasado, se encontró un hueso de la mandíbula inferior de un ictiosauro gigante de 85 pies en el pueblo de Lilstock, en Somerset, que data del período triásico tardío, hace unos 235 a 200 millones de años.
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