“No le dieron de comer ni de beber en 5 días”: Joven fallece tras reiteradas negligencias médicas
En las investigaciones se descubrió que habían cometido reiteradas negligencias en el caso de Mark, lo que desencadenó en la muerte del joven de 22 años.
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Mark Stuart de 22 años murió en un centro de salud a causa de negligencias médicas, y su caso ha generado que incluso el Gobierno británico abra una investigación al Hospital Real de Blackbum, en Inglaterra.
Fueron cinco días de agonía los que vivió Mark, antes de su muerte, según cuenta la BBC.
Richard y Jane Stuart, llevan una intensa lucha de cuatro años por encontrar una respuesta a lo que provocó la muerte de su hijo. Mark sufría de problemas digestivos, por lo que sus visitas al hospital eran constantes.
Luego de realizarle una colostomía a su intestino, perdió gran un tercio de masa corporal, y cuando este problema logró solucionarse, fue su intestino el que se bloqueó generándole fuertes dolores, vómitos y diarreas.
Tras las dolencias, fue ingresado al Hospital Real de Blackbum en noviembre de 2015. Los médicos detectaron una malnutrición y advirtieron que un síndrome de realimentación y un exceso de comida podría provocarle un shock fatal.
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Sus padres contaron que Mark comenzaba a sentirse hambriento, pero que nadie del personal atendió los pedidos de la familia. Además, le retiraron la ingesta de alimentos en fluidos como método para aliviar el bloqueo intestinal e intentar calmar los dolores.
Nada de eso funcionó, mientras el joven se deshidrataba rápidamente debido a la frecuencia de sus vómitos y diarreas. Los doctores habían recomendado que no ingiriese nada, pero tampoco le daban algún nutriente a través del sistema venoso. Luego le comenzaron a suministrar antibióticos por una sepsis diagnosticada durante su ingreso.
Mark estaba sediento, pasaban las horas y no reponía los nutrientes debido a la pérdida que le provocaba su estado. Y ante la confusión de los padres, los médicos decidieron intervenirlo.
Mark Stuart falleció de un paro cardíaco a los 22 años (Foto: BBC)
“Por supuesto que no podrá comer, tiene una obstrucción intestinal”, así recuerdan los padres las respuestas que recibieron por parte del hospital, mientras su preocupación era aún más grande.
Entrando al tercer día de internamiento, los padres comenzaron a sentir que el hospital no era consciente de la gravedad del estado de su hijo.
La operación fue programada para su cuarto día, y hasta entonces, Mark ya había pasado 72 horas sin comer ni beber nada por orden médica.
“Tenía los labios secos y pelados, pero antes de la operación tampoco se le podía dar de beber, aunque al final accedieron a permitirle pequeños sorbos”, recuerdan.
La operación se atrasó por cambios de última hora y los dolores de Mark eran ya insoportables. Le colocaron un tubo en la garganta, pero ya nada funcionó.
Apenas dos minutos después de colocar la anestesia, Mark sufrió un paro y falleció. Los médicos comunicaron que se realizaría una autopsia al cuerpo, la cual nunca se hizo.
La investigación determinó que el centro “no supo reconocer la gravedad el estado de Mark”, que tal vez pudo ser controlada. Dentro de las negligencias se supo que no se detectó que el intestino del joven estaba roto, y hubo médicos que no acudían a los llamados de enfermeras cuando el paciente padecía dolores.
Richard y Jane Stuart continúan luchando por resolver el caso de la muerte de su hijo (Foto: BBC)
La familia solicitó los informes médicos, que fueron entregados en desorden, y mezclados con el de otro paciente.
EL hospital quiso dejar olvidar el caso, pero la familia ha logrado reunirse con el ministro de Salud Jeremy Hunt, quien ordenó una investigación, en la que se reveló que en el 2018 se cometieron graves fallos.
Los padres no se cansan de buscar justicia, al denunciar que la investigación no ha sido correcta y tiene al sistema nacional de salud bajo sospecha, conforme un informe de la BBC.
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