Elecciones en BrasilBolsonaro, nuevo presidente de brasil. Como lo habían anunciado las encuestas, Jair Bolsonaro triunfó en la segunda vuelta con 55,13% frente al 44,87% de su rival, Fernando Haddad. La izquierda sigue perdiendo espacio en la región.,AFP, EFE, Agencias Jair Bolsonaro fue durante casi tres décadas un diputado irrelevante en Brasil, pero el domingo este excapitán del Ejército fue electo presidente gracias a su propuesta de mano dura en un país sumido en el descontento, y pese a su discurso misógino, homófobo y racista. El ultraderechista de 63 años ganó con 55,13% de los votos válidos (57 millones) frente a 44,87% (47 millones) para Fernando Haddad. Ya el 7 de octubre había estado a punto de obtener la victoria en la primera vuelta con 46% de los votos, y su fuerza política, el hasta entonces minúsculo Partido Social Liberal (PSL), se convirtió en la segunda mayor representación en la Cámara de Diputados. PUEDES VER Presidente Vizcarra felicita a Jair Bolsonaro por ganar elecciones en Brasil El "factor corrupción" En un país saturado por escándalos de corrupción y con altos índices de violencia y desempleo, su discurso "antisistema" encontró respaldo en diversas camadas sociales. Se postuló por el Partido Social Liberal (PSL), al que se adhirió este año. Venció, además, las reticencias de los mercados, anunciando que de ganar nombraría ministro de Hacienda al economista Paulo Guedes, partidario de las privatizaciones y de medidas de austeridad para sanear las cuentas públicas. Su último golpe fue conquistar a la poderosa bancada del agronegocio en el Congreso y a líderes de iglesias evangélicas, que lo vieron como la mejor alternativa para evitar el retorno de la izquierda. La ascensión al poder del ultraderechista, natural de Campinas, en el estado de Sao Paulo, se alimentó de la decepción y fobia de muchos brasileños hacia el PT, la formación de Haddad, que gobernó Brasil entre 2003 y 2016 y que muchos señalan como responsable de la corrupción que arruinó al país. El polémico diputado, considerado por muchos como una amenaza para la democracia, ha sido objeto de numerosas controversias por sus polémicas posiciones y declaraciones incendiarias. Pero para sus más ardientes partidarios es simplemente "el mito" y un "salvador". PUEDES VER El ascenso de Jair Bolsonaro: del ejército a la presidencia de Brasil "Juramento a dios" Antes de leer lo que llamó el "discurso de la victoria", Bolsonaro oró delante de las cámaras de televisión junto a sus correligionarios, entre ellos el pastor evangélico Magno Malta. Luego se comprometió a "pacificar" el país. "Mi Gobierno será defensor de la Constitución, de la democracia y la libertad. No es la promesa de un partido, es un juramento a Dios", afirmó. Recalcó que su Gobierno será "constitucional y democrático", llevará adelante las reformas económicas para romper un "ciclo vicioso de crecimiento de deuda" y "defenderá los derechos de los ciudadanos". "Les ofrezco un Gobierno decente que trabajará para todos los brasileños", agregó. Expresó también su compromiso con la libertad de "ir y venir" de las personas, la libertad religiosa y política y la libertad de informar y de tener opinión. "Lo que ocurrió en las urnas no fue la victoria de un partido, sino la celebración de un país por la libertad", dijo Bolsonaro, acompañado por su mujer, Michelle Bolsonaro, y un grupo de correligionarios en su casa de Río de Janeiro. Siempre provocador Sus declaraciones en la victoria atenúan sus opiniones que incluso hizo a lo largo del proceso electoral. En los últimos días de la campaña, Bolsonaro no abandonó su estilo provocador y hace tan solo una semana dio su "pésame" a la "prensa vendida", agradeció a sus seguidores porque "están salvando nuestra patria" y dijo que el encarcelado expresidente Luiz Inácio Lula da Silva "va a pudrirse en prisión". A menudo apodado el "Donald Trump brasileño", este defensor de la familia tradicional, de Dios y del porte de armas impulsó su campaña por redes sociales, con un discurso antisistema en un país en profunda crisis política, económica y de seguridad. Ya acumulaba un extenso historial de declaraciones de tinte machista, racista, homofóbico y xenófobo, por las que se granjeó un fuerte rechazo en parte de la sociedad brasileña y la comunidad internacional. "Sería incapaz de amar a un hijo homosexual. Prefiero que muera en un accidente a que aparezca con un bigotudo por ahí", afirmó en 2011. También sus palabras hacia las mujeres levantaron ampollas cuando en 2014 le dijo a una diputada que no la violaría porque no "lo merecía", "es muy fea", o cuando manifestó que "no emplearía a hombres y mujeres con el mismo salario", porque ellas con la maternidad ya gozan de un derecho y los hombres no. Por eso y más, cientos de miles de mujeres se manifestaron antes de la primera vuelta para gritar "Él no", pero eso no frenó su ascenso. El nostálgico declarado del régimen militar llegó a afirmar hace dos años que "el error de la dictadura fue torturar y no matar". PUEDES VER Piñera felicita a Bolsonaro tras ser elegido presidente de Brasil Tras ataque creció Bolsonaro, a comienzos de setiembre, estuvo a punto de morir cuando recibió una puñalada en el abdomen. El ataque lo llevó tres semanas al hospital, pero no lo apartó de internet. Tras el ataque, se fortaleció, creció y tuvo una arrasadora primera vuelta. Decidió mantener la estrategia y rechazó acudir a los debates con su rival, redoblando su ofensiva en las redes sociales, donde suma millones de seguidores. Nacido en 1955 en Campinas, cerca de Sao Paulo, en una familia de origen italiano, este antiguo paracaidista forjó su carrera principalmente en Río de Janeiro, donde fue elegido concejal en 1988 y obtuvo su primera banca como diputado federal dos años después. Católico, tiene cinco hijos de dos matrimonios: cuatro varones –tres dedicados a la política– y una niña que, según dijo una vez, significó "una debilidad" de sus capacidades. De cara a la segunda vuelta, con el Palacio de Planalto más cerca, Bolsonaro intentó mostrar un perfil más amable, como en la publicidad electoral en la que se emocionaba al confesar que revirtió su vasectomía para tener a su hija Laura. El PT ¿y la corrupción? Para los analistas, una de las claves de la victoria electoral del ultraderechista Bolsonaro es la ausencia de una autocrítica frente a los graves escándalos de corrupción en que se implicó la izquierda en los últimos años. Durante meses el PT porfió ante la justicia para defender la candidatura de su encarcelado líder, Lula da Silva. Negó a rajatabla la implicación del partido en la corrupción destapada en la estatal Petrobras. Haddad entró en la campaña tarde y lo hizo bajo un lema que no caló entre los votantes y hasta confundió: "Lula es Haddad, Haddad es Lula". La negativa del PT a aceptar su parte de responsabilidad en las corruptelas, ocurridas durante las gestiones de Lula y de Dilma Rousseff, obstaculizó la unidad que proponían otros sectores de izquierda, críticos de esos hechos. "Hagan un mea culpa, pidan disculpas, tengan humildad", pues de otro modo "van a perder las elecciones y bien feo" y será "porque hicieron muchas tonterías y se creyeron dueños del país", declaró el dirigente laborista Cid Gomes, al anunciar su apoyo "crítico" a Haddad. Su hermano, el líder Ciro Gomes, que quedó tercero en la primera vuelta, declaró su rechazo a Bolsonaro, a quien tildó de "neonazi", pero dijo que para él "ya no es posible seguir en política junto al PT". El popular rapero Mano Brown, en un mitin, junto a Haddad, igual dijo: "Si no consiguen hablar la lengua del pueblo y entender la indignación, van a perder". En contradicción con el propio PT, Haddad intentó la autocrítica. Alteró los colores de su campaña y dejó de visitar a Lula en la cárcel. Reconoció que dirigentes del partido se habían "equivocado" y dijo que el PT en los últimos años se alejó de sus bases. Estos gestos también llegaron tarde. El último acto de Haddad como candidato, este sábado, fue en Sao Paulo, en la calle de las Lágrimas, las mismas que corrieron por los rostros de millares de militantes una vez que se supo el resultado de las elecciones. PUEDES VER Así informó la prensa internacional sobre el triunfo de Jair Bolsonaro en Brasil Vicepresidente - Más a la derecha. El general retirado Antonio Hamilton Mourao (65), compañero de fórmula de Bolsonaro, construyó su reciente carrera política con amenazas de golpe de Estado, comentarios racistas y odas a la tortura. En agosto dijo que Brasil está lastrado por una herencia producto de "la indolencia de los indígenas y del espíritu taimado de los africanos". Es contrario al pago del aguinaldo para los trabajadores. Ya aclaró que tiene opiniones y que no será "un vice anencefálico". Comicios que alteraron el mapa político - En Italia. A casi tres meses de negociaciones tras las legislativas de marzo del 2018 en Italia, el primer gobierno de coalición entre un joven movimiento antisistema, el 5 estrellas (M5S) y un partido de ultraderecha (La Liga) asumió el poder el 2 de junio del 2018. La liga es un partido antiinmigración. - En Austria. Desde diciembre del 2017 gobierna una coalición formada por conservadores (ÖVP) y el partido de ultraderecha FPÖ, tercero en las legislativas de octubre de ese año con el 26% de los votos. - El sismo Trump. Donald Trump dejó estupefactos a Estados Unidos y al mundo al vencer a la demócrata Hillary Clinton el 9 de noviembre del 2016. En campaña, insultó a mujeres, musulmanes, hispanos y se puso a los negros en contra. - El Brexit. En el referéndum del 2016, los británicos decidieron (52%) abandonar la Unión Europea, tras una campaña centrada en la inmigración y la economía. - En Filipinas. Conocido por sus declaraciones groseras, Rodrigo Duterte fue elegido el 9 de mayo del 2016 tras una campaña populista. Su policía afirma haber matado a más de 4.400 presuntos traficantes y toxicómanos. - En Polonia. El partido Derecho y Justicia (PiS) regresó al poder en 2015. Su líder ha alertado contra los refugiados "parásitos".