Análisis. La pérdida de autoridad de los padres expone a los jóvenes a situaciones de riesgo, asegura psicoanalista Julio Hevia. Según Cedro, escolares conocen peligros.,El caso de la adolescente que sufrió una violación múltiple en Ayacucho, que según la Policía fue captada a través de las redes sociales, ha llamado la atención sobre la forma y los fines con que los jóvenes interactúan en los espacios virtuales. PUEDES VER: Jorge Alva: “Algunos rectores aún poseen vagas ilusiones de revisar la ley porque ya no tienen privilegios” Según el psicoanalista y comunicador Julio Hevia, en internet suele generarse una "presión de grupo" que lleva a las personas a "experimentar lo prohibido", tal como ocurre en las interacciones reales. "Si hay gente con permanente contacto entre sí, ya existe una especie de reconocimiento recíproco. Lo que tienes ahí es un efecto vinculado a la complicidad, incluso a esta suerte de salto al vacío que tiene que ver con la experiencia de lo prohibido, la materialización de una fantasía común", añade Hevia. Dicha explicación calzaría con el caso descrito, pues —de acuerdo con la versión de la Policía— los agresores manejaban un grupo de Facebook con 40 miembros activos, donde se coordinaban las dos o tres reuniones que tenían a la semana. Esta "familiaridad" que se adquiere con desconocidos se relaciona también con la pérdida de autoridad de los padres. "Es como el tema de las drogas o el alcohol. Los jóvenes no lo hacen por la injerencia paterna, sino por presión del colectivo generacional en el que uno se inscribe", expresó a La República. Otro de los factores clave en redes sociales es el anonimato, que ofrece "la posibilidad de expresarse sin trabas ni escrúpulos, incluso con identidades cambiadas". Esta alternativa, sostiene Hevia, otorga a las personas una "capacidad incalculable" para gestar situaciones como la que vivió la escolar L.D.N.C. (15), quien falleció tras ser ultrajada por cuatro sujetos. En esa línea, el psicoterapeuta Manuel Saravia explica que la ausencia de un control parental puede agravar problemas de "psicopatía primaria", es decir, de menores que desafían toda autoridad y, en forma premeditada, hacen daño a otras personas sin sentir remordimiento. Saravia agrega que ese parece ser el caso de los agresores detenidos en Ayacucho. Dos de ellos fueron internados en un centro de rehabilitación juvenil en Huancayo. Y la menor, también involucrada, fue trasladada a Lima.