Eran extorsionados. Criminales los acribillaron cuando cenaban juntos en conocido local, cerca de la plaza de armas. Policía cree que se negaron a pagar cupos a extorsionadores., Tito Virú Frente a decenas de comensales, entre ellos un grupo de niños que celebraban el fin del año escolar, dos personas fueron asesinadas a balazos mientras otras tres resultaban heridas dentro de una conocida pollería ubicada en la plaza de armas de Huaral. El hecho de sangre ocurrió la noche del miércoles, poco antes de las 9:00 pm. Dos sujetos a bordo de motos lineales llegaron al restaurante y pollería Rockys, situado en la primera cuadra de la Av. Benjamín Vizquerra, ingresando a toda prisa al local, provistos de pistolas y con los rostros descubiertos. Según testigos, los maleantes se dirigieron directamente a sus víctimas, identificadas como Cristian Cirilo Alegre Rivera (32) y Rafael Ramos Trinidad (37), quienes cenaban en una mesa cerca de la entrada. “Cuando vimos sus armas muchos nos escondimos debajo de las mesas, porque pensábamos que habían entrado a robar. Luego oímos unos doce disparos y los gritos de la gente”, detalló un comensal. AJUSTE DE CUENTAS Por la manera en que fueron ultimados, la policía sospecha que se trate de un ajuste de cuentas. “Entraron directamente a matar. En un principio se hablaba de un robo frustrado, pero los testigos negaron tal versión”, reveló un detective de la Divincri-Huaral. Incluso dos disparos hirieron a Rosa Sánchez Popuche (29), esposa de Cristian Alegre. Las balas también impactaron en Irma Carrero Vallejos (45) y Verónica Uribe Miyashiro (38), que se encontraban en otras mesas. Todos fueron evacuados al hospital del sector, donde poco después los dos varones fallecieron. ERAN EXTORSIONADOS Tras confirmarse su deceso, familiares de Cristian Alegre Rivera denunciaron que era víctima de extorsión. Él administraba una conocida funeraria con varias oficinas por todo el norte chico. Los delincuentes habrían empezado a cobrarle cupos desde hace un año. “Al parecer no hizo caso a las amenazas ni tampoco denunció la extorsión. Estamos investigando si fue asesinado por esta razón”, declaró un oficial de la Divincri. En tanto se supo que Rafael Ramos Trinidad habría estado atravesando una situación similar. Él era operario de la empresa constructora Odebrecht, en Arequipa, donde pasaba la mayor parte del tiempo. Acababa de llegar a Huaral para pasar la Navidad con su esposa y dos hijos.