(@elzejo) Michelle prefiere no hablar de política porque entiende que el cambio en el país no viene con el nuevo Presidente, sino con la movilización cívica y compromiso de transformación a través del arte. Opino lo mismo. No se puede formar gente sin contenido para el futuro. El arte obra sobre ello. Sería de ingenuos creer que con nuevo gobierno se solucionarán los problemas sociales, de inmediato. Leyes y normas hemos tenido siempre (de sobra), y sabemos que no se cumplen. Sabemos, también, que el sector empresarial siempre pretende tener la sartén por el mango y que nuestras autoridades le ponen trabas a los emprendedores (que no saben qué hacer para que sus ideas de negocio prosperen). Todo discurso político parece agotado ante una galopante disconformidad de la población. La agresividad de los candidatos, la informalidad del JNE y JEE, el aire tenso en las calles, las amistades que se terminan producto de discusiones políticas, los jóvenes de un partido que despotrican de otro, las peleas en el Metropolitano. Las injusticias y el abandono en provincia. Somos una sociedad convulsionada, incapaz de hallarle solución a sus problemas. Estas elecciones son un espejo de lo que somos y de lo que hemos permitido que otros modifiquen de nuestra forma de ser como peruanos. Hemos tenido tan baja nuestra autoestima para aceptar que nos pisen el rostro y dejen un rastro indeleble. Recuerdo que Ana Roncal, una notable catedrática, me dijo una vez que tenemos ideas de libertad mezcladas con egoísmo, ideas de capital mezcladas con avaricia, ideas sociales mezcladas con totalitarismo. ¿Cómo poder reconciliarnos entre nosotros y con la clase política? ¿Dónde está el cambio esperado? Y mientras Michelle va a sus clases de ballet para cumplir su anhelo de viajar a Alemania para quedarse y no volver, miles de jóvenes ingresan a las universidades sin aspiraciones definidas. ¿Están preparados para afrontar un cambio real? ¿Serán personas influyentes en diversos aspectos de nuestro país? ¿Cómo se nutre esta célula madre? Se requieren personas con contenido, individuos modificadores de sus circunstancias. ¿Alguien hablará que necesitamos un cambio moral, en el esperado debate presidencial?