Santiago C. Motorizado: “Los rankings son un juego, arbitrarios totalmente”

Por Sandro Mairata

Me dicen que el platense Santiago Ariel Barrionuevo, más conocido como Santiago C. Motorizado (43), quiere hablar de los 20 años de la banda y la gira por Sudamérica, pero hay temas urgentes. Milei es uno. Otro es la gira por Sudamérica llevando bajo el brazo a Súper Terror, el sexto álbum de una carrera incesante que ha encumbrado a Él Mató a Un Policía Motorizado como uno de los referentes del rock indie en castellano. Uno de sus temas de 2017, “El tesoro”, mereció una versión con Fito Páez al piano en 2019.

Y también está la versión que hizo en solitario para el programa web '¡FA!' de 'No podrás', el éxito meloso de Cristian Castro —hoy mutado en “cantante de heavy metal”— pero que curiosamente se volvió viral y se convirtió en uno de los temas más pedidos en vivo merecerle unas palabras de agradecimiento del mismo Castro, con todo y abrazo en el escenario que se puede ver en YouTube. Comenzamos por ahí.

—¿Cómo decidiste que 'No podrás' era algo que querías cantar?

—Es una canción que me gusta mucho y la verdad que la propuesta de ese programa de YouTube que se llama '¡FA!' es de invitar a cantantes, a músicos, a hacer versiones de otros artistas, también hay temáticas por noche. La idea era llevar al extremo eso de la versión, por ahí hacer una versión de un artista que a priori mucha gente no emparentaría conmigo, con mi repertorio, con lo que suelo hacer. La verdad es que es una canción que a mí siempre me conmovió de muy chico. Me parece una gran canción. Y bueno, salió así, fue muy divertido, muy placentero hacerlo.

—Está esa presentación con Fito Páez de 2019, que es como un antecedente. ¿Se vienen más colaboraciones de este tipo, algo más melódico? ¿Por dónde va esa evolución personal?

—No sé qué decir al respecto. (Fito) es un artista que admiro, o sea, 'No podrás' me parece una canción buenísima de cuando yo era chico. Y Fito Páez, un histórico del continente, de Argentina, de todas partes; digamos, no hay mucha vuelta que darle, para mí es un honor compartir un momento musical con él.

—Ahora la banda está cumpliendo 20 años. ¿Pensaste que iban a llegar?

—La verdad que nunca dudé de que íbamos a estar tocando mucho tiempo. Pero sí, nunca imaginé este presente. Eso sí, saludo que lo veo en perspectiva y me sorprende para bien. Y sobre todo, después de 20 años, lo que más disfruto es estar celebrando con un nuevo disco, canciones nuevas, no cayendo en la nostalgia, viste, de celebrar con canciones nuevas, recorrer el mundo y aquellos lugares donde nos inviten a tocar nuestras nuevas canciones.

—Ahora comienza la etapa sudamericana.

—Totalmente, sí, hicimos una gira por Europa, puntualmente solo por España. Esta vez el año que viene, seguramente iremos a más lugares de Europa. Pero la verdad que fue muy especial, porque jamás imaginábamos que íbamos a tocar en este presente, 20 años después, en no sé… en Madrid tocamos para 2.500 personas, se agotaron las entradas con semanas de anticipación, lo mismo en Barcelona, tocamos en una sala histórica que está ahí, me enteré de que ahí se grabó el Loco Live de los Ramones.

—Hace poco en Lima se presentó Roger Waters. En tu país a Waters no lo querían alojar en los hoteles y puso en pantalla varios mensajes. ¿Sientes que en el momento que vive Argentina, tu banda está llamada a hacer un tipo de protesta? ¿Vas a incluir algún tipo de comentario social en el escenario?

—No, la verdad que no creo que pase. Lo hemos hecho en algunas situaciones límites que se han vivido en Argentina, en cuestiones de política que merecían por ahí que uno lo haga. A mí me cuesta mucho hablar en general en el escenario, pero no me es indiferente la realidad política del país. Elegimos otro camino, (…) el pueblo argentino eligió una solución que no es la estatal. El tiempo lo dirá, todavía no arrancó el Gobierno.

O sea, a nuestro parecer, el otro candidato (Massa) era el menos malo, si quieren, no sé si era un buen candidato, pero siento que era menos malo, notoriamente menos malo que el que ganó (Milei). Me da mucho miedo su vicepresidenta (Victoria Villarruel), que es un personaje negacionista de la dictadura militar. Eso ya me parece que es un límite que no hay que cruzar. Porque después, a nivel programa, el problema de Argentina actual es el económico, que no es problema menor, obviamente. Que mucha gente está viviendo. Hay mucha pobreza. Mucha pobreza infantil, mucha pobreza juvenil, mucha situación límite.

—Argentina es un país progresista, una sociedad que abraza los derechos, desde las iniciativas de cambio climático hasta todo lo demás. Pero el voto, ha sido un voto de desesperanza, de hartazgo, de “no me importa, pero quiero que alguien me solucione esto y ya”.

—Exactamente, eso, yo creo que es eso. Obviamente que hay una construcción de esta realidad que va por un montón de factores, pero el factor más importante es la desesperación frente a una realidad económica, frente a una inflación que está a nivel récord en el mundo. Que no aparenta solución en lo inmediato y que la gente entiendo que generalizando puede ser que sea una sociedad progresista, que ha sido adelantada en un montón de disputas a nivel de derechos como el aborto, por ejemplo, o el matrimonio igualitario, un montón de cosas que incluso, viste, es pionera.

—Que en el Perú no tenemos. Ustedes tienen esos derechos que nosotros no y que, sin embargo, ahora están poniéndose en jaque.

Totalmente, totalmente. Argentina es un ejemplo a la hora de pasar algo increíble en la historia de no sólo del continente, sino del mundo. De haber juzgado a su dictadura y cuando se eligió a Alfonsín, el presidente democrático después del periodo de dictadura, una dictadura violenta, muy violenta, este tuvo la valentía para juzgar a esos militares que fueron presos.

—¿Por qué crees que la gente está conectando tanto con Súper Terror? ¿Recuerdo que se lanzó y ahora ha ido escalando bastante bien la resultado con la gente, dónde crees que está la conexión?

—Bueno, muchas cosas. No estoy triste. Las canciones tienen un poder que uno no sabe descifrar del todo por qué conectan o no con los demás. Este entiendo por las respuestas que leo o por lo que me llega que hay una conexión muy directa con la lírica, con lo que se narra en el disco. Que está muy conectado con este presente, un poco con lo que hablamos recién, a nivel político, pero un poco más allá también. Porque este fenómeno de Milei, de estos salvadores que son, viste, muy de caricatura, hay algo ahí muy extremo que está sucediendo.

—También sucede que todo está en crisis, incluso el mismo modelo de streams por canción.

—Estamos atravesados con tecnología. A mí este fin de año me ocurre algo que a la gente le divierte mucho, eso de “nuestro año en Spotify” es algo que nos divierte a ver qué escuchamos, qué canciones. Las estadísticas son divertidas. A mí me divierten, soy bastante nerd. Lo que me deprime un poco son las estadísticas de los artistas, mostrando cómo fue su año, como fueron consumidos en ese año y la primera que salió me divirtió, obviamente y soy sincero, estoy atento a las estadísticas, salió nuestro disco. Y estoy atento a ver qué se escuchó, qué canción se escuchó más. Estoy atento a los streams. Estoy atento a eso. Pero no me parece bueno exteriorizar eso, celebrar eso, eso a mí no me parece bueno.

—La Rolling Stone de Estados Unidos sacó una lista de las mejores, los mejores álbumes de rock latinoamericano y en el número uno salió el Re de Café Tacuba. ¿Cómo te sentiste con eso, que no haya sido un artista argentino?

—No, no, me encanta, me encanta.

—No hubo un “¡¿Dónde está Spinetta?!”

—No, ya no me enojo más con los rankings porque hay que entenderlo como son, un juego de ahí, de preferencias, arbitrarios totalmente, y ya no me enojo, me enojé cuando era joven y ya está, no me enojo más.