Puno: reservas de litio y uranio están en un bosque de petroglifos
Posición. Según la ONG Derechos Humanos y Medio Ambiente (Dhuma), en las áreas de concesión mineras, hay pinturas rupestres y vestigios culturales no estudiados.
El litio es un mineral esencial para las energías renovables que demanda el mundo. La provincia de Carabaya, en la región Puno, tiene 4.7 millones de toneladas de carbonato de litio de alta pureza y 124 millones de libras de uranio para centrales nucleares.
Sin embargo, sobre los terrenos donde se pretende explotar el litio, hay un bosque de 36.938 hectáreas de bosque rocoso con pinturas rupestres, restos arqueológicos, entre otros vestigios culturales.
Todo lo que culturalmente está en riesgo fue advertido por Vladimir Martínez Ordoñez, miembro del equipo de capacitación de la organización no gubernamental (ONG), Derechos Humanos y Medio Ambiente (Dhuma).
Martínez, explicó que Macusani Yellowcake, a través de diversas personas jurídicas, tiene 167 concesiones mineras a lo largo de 92 mil km2 de terrenos. El área comprobada donde hay restos arqueológicos representa a aproximadamente el 30% del total del área concesionada.
“Son áreas donde hay reconocimiento público de patrimonio cultural de la nación. Pero hay otras zonas donde hay vestigios culturales históricos de tiempos inmemoriales, pero que aún no cuentan con estudios. El problema es cómo el Estado va afrontar este proyecto, frente al vasto vestigio cultural”, aseguró Martínez.
La necesidad en el mundo del litio, contrariamente al factor cultural, pone al Perú en un lugar expectante. Pero a la vez obliga al gobierno, a fijar una política concreta porque lo que está en juego son los recursos culturales e hídricos.
Argentina, Chile y Bolivia, forman “el triángulo del litio”, porque albergan las mayores reservas mundiales de este mineral hasta ahora. Pero, con las reservas que tiene Puno, el Perú pasaría a ser parte del nuevo rectángulo del litio.
Reserva en glaciar
En medio de la expectativa, hay un problema ambiental grande. Según Vladimir Martínez, el glaciar de Quelccaya que tiene más de 300 años de haberse formado, también está concesionado. Bajo suelo tiene litio.
“Lo cuestionable es qué va a ser el Perú frente a este aspecto. Va esperar su deglaciación o va tomar una determinación”, dijo el especialista. A todo esto se suma el factor ambiental. Varios especialistas dijeron que las consecuencias de explotar oro y litio, medioambientalmente generaría serios impactos negativos.
En tanto, Ulises Solís, general de Macusani Yellowcake, subsidiaria en Perú de la minera canadiense Plateau Energy Metals, hace meses, en diálogo con La República, dijo que no habría que tener mayor problema. Aunque su versión no es creíble entre varios especialistas.
“No es un salar’ (es un yacimiento en roca), que se trabajará en tajo abierto. La ley de nuestro litio supera los 3 mil PPM (partes por millón), mientras que Chile trabaja sus salares con 700 PPM. La pureza y riqueza del recurso es insuperable”, aseguró.
Según Solís, la empresa Macusani Yellowcake llegará hasta la transformación del carbonato en grado batería. Para ello se proyecta contar con una refinería in situ, que les permitirá exportar este recurso.
En medio de los positivo y negativo que podría ser explotar litio y uranio, Vladimir Martínez, dijo que se necesita que el Estado, fije una posición frente a un recurso muy sensible, pero que a la vez genera grandes expectativas en el mundo, porque es materia prima para energía renovable limpia.
Las áreas geográficas en la provincia de Carabaya, donde se encontró reservas de litio y uranio, hasta ahora sólo fueron objeto de exploración. Aún no hay normativa para explotar uranio por ser un mineral radioactivo según Ulises Solís, gerente general de Macusani Yellowcake.