Andrés Cadena es Socio senior de la consultora McKinsey & Company.,El economista colombiano Andrés Cadena tuvo una de las ponencias más interesantes durante la última edición de CADE 2018. Explica que el Perú tiene un modelo de producción que él llama 'a lo bruto', el cual ya cumplió su ciclo y necesita ser cambiado por otro basado en innovación y tecnología. ¿Qué es productividad y qué es competitividad? A finales del siglo XVIII, cuando en Inglaterra aparecen las máquinas de vapor, el ser humano descubre el concepto de la productividad. Antes de la revolución industrial, ocurría que una hora trabajada era el equivalente a lo que un trabajador del campo lograba arar y producir. En el momento en que aparece el tractor lo que ocurre es que ahora el trabajador puede tener más en la misma hora de trabajo. Al utilizar el capital y la innovación para crear una máquina que le ayude, lo que ocurre es que se genera una productividad sobre la hora. El concepto de la productividad es tan sencillo como eso. A partir de la revolución industrial, el ser humano utiliza su cerebro para que le ayude a generar más de lo que hacía anteriormente construyendo máquinas, utilizando ingenio, generando teorías y tecnologías administrativas y de procesos. Los países que entienden y desarrollan ese concepto empiezan a crecer más rápidamente. PUEDES VER Aprista Gonzales Posada amenazó al presidente de CADE 2018 ¿Cuál es el cambio que se produce en las sociedades con el concepto de productividad? Hay mejores oportunidades de trabajo en las ciudades, la gente empieza a migrar del campo a la ciudad, le pagan mejor, tiene acceso a servicios públicos, y conoce a más seres humanos. En el campo es muy difícil conocer a más seres humanos porque están esparcidos. Cuando llegas a la ciudad, llegas a un bar y lo que ocurre es que conoces a más hombres y mujeres. Eso lo que implica es una explosión demográfica y empiezan a crecer las grandes ciudades. Cuando eso ocurre, la combinación de crecimiento de personas con oportunidades de trabajo para esas personas, aparece la riqueza de los países y se separan los países ricos de los pobres. Aquellos países que logran combinar ese crecimiento poblacional de grandes desarrollos de ciudades con productividad por la hora trabajada y logran incorporar a esa cantidad de niños en la economía, se vuelven países desarrollados. Los que no lo hacen nos quedamos atrás. ¿Qué le pasa a América Latina y en especial al Perú? América Latina recibe los beneficios de la revolución industrial realmente después de la segunda guerra mundial, y hay una década de crecimiento importante. Yo digo que es un crecimiento ‘a lo bruto’ porque no hay realmente un crecimiento de productividad, de utilizar nuestros cerebros en innovación para organizarnos mejor como sociedad. Lo que hay es un crecimiento porque empiezan a llegar migraciones y hay una explosión demográfica. Mira a Lima, pasó de 2 millones de personas en 1960 a 10 millones. El Perú sigue expandiendo su masa laboral, pero esos jóvenes que entran a trabajar no están teniendo acceso suficiente a oportunidades de trabajo formales donde haya una compensación con mejores salarios que se dan fruto de invertir en tecnologías que requieren mayor capacitación. PUEDES VER Alan García: presidente de CADE 2018 dijo que fue "un acto de cobardía" pedir el asilo Usted durante su ponencia fue muy gráfico: “El modelo de crecimiento de Perú se secó”. ¿Qué significa eso? Que no es un crecimiento sano. El Perú sí ha crecido. En los últimos 15 años ha habido un proceso de desarrollo muy interesante, pero en la medida que la estructura de crecimiento del Perú esté basada en mano de obra barata, en un modelo de informalidad y no esté basado en productividad, innovación y tecnología, mejores salarios fruto de inversiones, en la medida que eso no ocurra y sigamos dependiendo de mano de obra barata, tenemos un problema estructural de largo plazo, en América Latina y en el Perú. ¿Cuál es ese problema? El problema estructural es que ese crecimiento, fruto de una explosión demográfica de los años 60, ya empezó a cambiar a principios de este siglo. Cada vez las familias tienen menos niños, eso implica que la cantidad de jóvenes entrando al mercado laboral, ese modelo ‘a la bruta’ que tenemos de incorporar informalidad y jóvenes al sistema para crecer, se va a secar. La pirámide poblacional va a empezar a volverse un cilindro y se va a invertir. Cuando eso ocurra, no tendremos la cantidad de horas de trabajo (necesarias para crecer). Si el crecimiento del Perú se compone en 1% por productividad y 4% viene por mano de obra entrando al sistema, esas horas que entran al sistema se irán reduciendo. Es como una locomotora, si la utilizas con leña en vez de utilizarla con energías atómicas. Si le sigues metiendo solamente leña, mano de obra barata; pero nacen menos niños, va a haber menos horas. Si estructuralmente no generas más productividad, innovación, capacidad de crecimiento por cada hora trabajada, al disminuir las horas trabajadas fruto del cambio de la población, le generas una cuota de crecimiento a la economía y esa cuota de crecimiento va a tumbar el crecimiento del Perú a la mitad a menos que hagamos las reformas correctas. PUEDES VER Roque Benavides: “Usted puede estar seguro de que yo no soy candidato de ningún tipo” ¿Cuáles son las reformas correctas? Las reformas que permiten atraer la inversión productiva en mayor escala, también que esa inversión productiva no solo se refleje en mayor producción de capital en la economía peruana, sino también que se refleje en un crecimiento de los salarios promedios, que le llegue a la gente, eso requiere que tengamos mejor empleo, que formalicemos la economía, que tengamos una política en la cual los subsidios o las inversiones sociales no estén destinadas a aliviar una situación de corto plazo, sino a generar capacidades para producir empleos de calidad. Eso es educación y formación para el trabajo. También requiere que facilitemos el proceso para que las empresas formalicen a sus trabajadores, inviertan en tecnologías y logremos una demanda suficiente para que en el Perú se invierta en lo correcto, que no se quede en formación de rentas y haya un aumento de salarios y un aumento en la calidad de vida de los peruanos.