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Jaime Bryce: jazzista en construcción

Se fue a New York hace nueve años a estudiar música, trabajó como repartidor de pizzas y se codeó con los maestros del jazz en la ciudad que nunca duerme. Ha lanzado su primer disco Two and Three, compuesto en el encierro

Jaime Bryce lanzó Two and Three, disponible en Spotify, Apple Music, Bandcamp, YouTube y Deeze.
Jaime Bryce lanzó Two and Three, disponible en Spotify, Apple Music, Bandcamp, YouTube y Deeze.

El quinto sencillo de su álbum tiene una anécdota digna de contarse. Lo llamó Superior a Drácula en honor a su primer maestro, el legendario músico y compositor peruano Jorge Madueño (papá de ‘Pelo’), quien lo encaminó por los senderos de la música. “Cada vez que hacía bien una tarea, gritaba ¡superior a Drácula!”, cuenta Jaime Bryce. Y es que Madueño tenía un amigo en la selva que nunca había ido al cine y cuando fue a ver Drácula por primera vez, la película lo dejó tan impresionado que cada vez que comía algo rico o le gustaba mucho una canción festejaba su descubrimiento con la expresión: “Esto es superior a Drácula”.

Bryce, de 36 años, compuso esta melodía pensando en su primer profesor de música y la grabó viendo los atardeceres de verano en el balneario de San Bartolo. Volvió a Lima a comienzos de este año, tras cumplir nueve viviendo en New York, a donde fue a estudiar música y a profesionalizarse en jazz tras ser admitido en la prestigiosa William Paterson University.

Allá, en plena pandemia y cuando la gran manzana pasaba sus peores meses, compuso los sencillos de su primer álbum de jazz Two and Three –conformado por melodías tocadas en dúo y en trío– que grabó cuando las medidas restrictivas se relajaron. Sambita y My Heart Stood Still son sencillos tocados con el grupo que lidera Bryce en New York y que aún no tiene nombre. La entrañable Little One –que compuso en la soledad de su habitación en la cuarentena– y Sultry Serenade fueron grabadas a dúo con otro de sus grandes maestros, el guitarrista Gene Bertoncini, una figura reconocida en la movida de jazz neoyorquina, famoso por haber tocado con celebridades como el saxofonista Wayne Shorter y la guitarrista Nancy Wilson, y que había sido su profesor en la universidad.

“Gene era como un abuelo, se convirtió en mi mentor. Cuando salía de clases, me jalaba en su auto de New Jersey a Manhattan. Me veía como un migrante que estaba solo en la ciudad y me acogió”, cuenta Jaime, quien confiesa que busca hacerse un lugar en el circuito de jazz de la competitiva y variopinta New York.

De hecho, lo está logrando poco a poco. Una de sus pequeñas victorias ha sido tocar en un bar de Soho con Ed Cherry, un guitarrista de jazz a quien admiraba y del que coleccionaba sus cd’s cuando vivía en Lima y tocaba en la orquesta local Jazz Jaus.

Competencia feroz

Bryce comenta que la competencia en la isla es abrumadora: “Mueves una piedra y salen siete guitarristas que tocan increíble, a mí eso me deprimía, pero tuve que salir de la negatividad, desahuevarme y hacer lo posible por ser mejor”.

Repartir pizzas en bicicleta un buen tiempo lo hizo conocer y comprender Manhattan, una ciudad de gente muy ambiciosa y en la que todos están encima del otro: “Si eres desconocido te preguntan quién eres, qué haces, porqué estás acá... todos quieren sobresalir, todos tienen un sueño que cumplir en esta ciudad”.

Volverá a New York a retomar los proyectos con el trío que formó con un compañero de la universidad como baterista y un bajista que conoció en una tocada. La pandemia cayó justo en el momento en que el grupo comenzaba a tener sus primeras presentaciones en la ciudad que puede tenerte años pagando derecho de piso.

Two and Three es melancolía y sensualidad, pero, sobre todo, homenaje a sus maestros. Superior a Drácula lo grabó con Andrés Prado, un referente de la guitarra y el jazz peruano, que lo acercó a la música afroamericana cuando él, un chico que iba a estudiar literatura en la PUCP, torció su destino para dedicarse a la música y después al jazz, su verdadera vocación.

“No me preguntes por qué me gusta el jazz, es como si me preguntaras cuál es mi color favorito”, dice el guitarrista.

Periodista en el suplemento Domingo de La República. Licenciada en comunicación social por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y magíster por la Universidad de Valladolid, España. Ganadora del Premio Periodismo que llega sin violencia 2019 y el Premio Nacional de Periodismo Cardenal Juan Landázuri Ricketts 2017. Escribe crónicas, perfiles y reportajes sobre violencia de género, feminismo, salud mental y tribus urbanas.