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Copa Perú: Herida de muerte

Efecto COVID-19. Este torneo largo que comienza en los barrios distritales y termina en el estadio Nacional, está paralizado. En Arequipa más de 4500 futbolistas perdieron sus empleos. Si se reinicia deben instaurarse protocolos sanitarios que la mayoría de clubes no puede financiar. Es difícil que vuelva el 2021.

EL SUEÑO. Los mejores equipos amateurs juegan en Lima la gran final. Binacional, en 2017, se coronó campeón y ascendió al fútbol profesional.
EL SUEÑO. Los mejores equipos amateurs juegan en Lima la gran final. Binacional, en 2017, se coronó campeón y ascendió al fútbol profesional.

Jorge Jimenez

La mayoría de ligas distritales de fútbol debía comenzar sus competencias en marzo. Sin embargo, en la segunda quincena de ese mes, el Perú ingresó a una larga cuarentena que canceló todas las actividades públicas. El fútbol no fue la excepción.

Aproximadamente 4.500 futbolistas de la región Arequipa se quedaron en el partidor del tradicional torneo de la Copa Perú, cuyo ganador consigue un cupo para jugar en el fútbol profesional.

Arequipa tiene seis ligas provinciales que agrupan a sus respectivas ligas distritales. Tienen registrados 300 equipos en la provincia capital, Camaná, Islay, Caravelí, Condesuyos y Castilla. Cada equipo se forma con un número ilimitado de jugadores y un mínimo de 15. La mayoría de clubes proviene de barrios populares.

Los equipos distritales hacen un esfuerzo para pagar a sus jugadores. Los mejores sueldos no pasan de dos mil soles. En otros casos, se asegura propinas y pasajes. El salario del entrenador era acordado con la directiva e iba a la par del mejor jugador del plantel. Los montos aumentaban si es que el equipo avanzaba a las siguientes etapas.

“Los equipos, en su gran mayoría, se organizaron para competir en los distritos, inclusive han pagado de forma adelantada a los jugadores, pagaron transferencias, inscripciones, carnés, al entrenador. Ese dinero no se va a recuperar”, explicó el presidente de la Liga de Socabaya, Raúl Murillo.

“La pandemia arruinó todo y el futuro es incierto”, señaló el dirigente.

En el hipotético caso de que en el 2021 vuelva este torneo deberá adoptar los protocolos sanitarios. ¿Habrá presupuesto para que se hagan pruebas al plantel? ¿Quién asumiría los gastos si es que un integrante se enferma?

No creo que haya la capacidad económica para asumir gastos. El panorama es sombrío", admite Murillo.

Aparte de los salarios o propinas, los representantes de cada distrito realizan gastos que van a las arcas de la Liga Departamental de Fútbol de Arequipa (LIDEFA), como la inscripción de jugadores (10 soles), transferencias (55 soles), derecho de participación (50 soles), exámenes médicos (5 soles) y arbitrajes (100 soles). Por ende, las pérdidas económicas sobrepasan los 50 mil soles para la LIDEFA, tomando en cuenta que también hay cobro por reclamos y multas.

¿De dónde sale el dinero para pagar estos montos? Murillo dijo que hay personas que apoyan desinteresadamente, también están los auspiciadores y en ocasiones las municipalidades que dan uniformes.

Futuro incierto

Uno de los ejemplos de lo perjudicial que fue la para del campeonato es Paúl Linares, quien año tras año demostraba su talento para el fútbol y fulbito. A sus 23, el buen volante de ataque domina el balón con la derecha y la izquierda, fue fichado por el San José en la Liga de Socabaya. El club solventaba los gastos de sus estudios y algunos temas personales.

Paúl tenía contrato hasta este 2020 y felizmente la directiva le comunicó que quiere contar con sus servicios para el próximo año si es que hubiera Copa Perú.

“Una de mis pasiones es la gastronomía y empecé bien el año con los estudios. Al inicio pensamos que solo nos alejábamos de la cancha por quince días pero esto de la pandemia no acaba y sigue golpeando”, explicó el futbolista.

En la charla con La República contó que muchos de sus compañeros también se vieron afectados porque el ingreso económico les permitía “parar la olla” en la casa. “Hemos tenido que agenciarnos con otro tipo de trabajo para ganar algo. En los torneos de fulbito también nos daban algo pero hoy no hay nada de eso”, comentó.

La pelota no rodó más en Arequipa desde marzo. Nadie puede por lo menos “pichanguear” en el barrio. El deporte se detuvo y con ello muchos perdieron físico, estudios y salud. Habrá que esperar un mejor año 2021 y sin pandemia.

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