Rodolfo Salas-Gismondi: “Los cocodrilos antes habitaban en los mares”
El paleontólogo peruano y su equipo hallaron fósil de una especie de hace 7 millones de años, el Sacacosuchus, que demuestra que estos saurios, que ahora viven solo en agua dulce, eran marinos. La revista científica británica Proceedings of the Royal Society, lo difundió mundialmente.
El paleontólogo peruano Rodolfo Salas-Gismondi encontró el eslabón para terminar con las dudas de sus colegas en el mundo: los cocodrilianos, que ahora viven en agua dulce, hace 7 millones de años eran marinos. Salas-Gismondi y su equipo, integrado por Mario Urbina -quien descubre los esqueletos- y Diana Ochoa, han hallado los fósiles de una nueva especie, el Sacacosuchus cordovai, cuyo estudio no deja duda de que estos saurios antes vivían en el mar.
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Como estos reptiles ahora viven en ríos, pantanos, lagunas y ciénagas, los científicos tenían duda de que si alguna vez habían sido del mar o no. Esa duda se acabó con los estudios de Salas-Gismondi sobre los fósiles de cocodrilos hallados en Ocucaje (Ica) y Sacaco (Arequipa).
Este hallazgo es tan importante que la prestigiosa revista científica británica Proceedings of the Royal Society B acaba de difundirla en sus página para la comunidad científica mundial.
Rodolfo Salas-Gismondi es especialista en la evolución de cocodrilianos. Investigador de la Universidad Cayetano Heredia. Asimismo, jefe de Paleontología del Museo de Historia Natural de San Marcos. Además, Investigador Asociado de la Division of Paleontology del American Museum of Natural History, New York. Explorador de la National Geographic Society.
Usted investiga hace años en los desiertos de Ocucaje y Sacaco, ¿qué le llevó dedicarse a fósiles de cocodrilos?
Mire, primero una cuestión anecdótica. Desde niño siempre quise estudiar dinosaurios. Pero son muy raros los fósiles de dinosaurios en el Perú y como los cocodrilos me hacían recordar o se parecían mucho, me pareció fascinante dedicarme a ellos. Luego descubrí que estos animales tenían un gran registro de fósiles en todo el Perú, porque nuestro país siempre ocupó una zona tropical. Hemos hallado fósiles en la costa y Amazonía, de diferentes épocas.
¿Y su razón científica?
Buen punto. Como los cocodrilos son animales que dependen mucho de la temperatura del medio ambiente y han vivido ligados a ríos, pantanos, lagunas y mar, como lo hemos demostrado, me propuse en tratar de descifrar la relación entre la forma rostral de los cocodrilianos y sus ambientes. Existe una correspondencia. Entonces, podemos inferir cómo fueron los ambientes a partir de la forma y tipo de animal. Ayuda a entender cómo eran los ecosistemas del pasado en el Perú y permite reconstruirlos. Había hasta cocodrilianos marisqueros, y se puede determinar su evolución. El Perú es un potencial de fósiles de cocodrilos.
¿Qué aporta sus estudios?
Los hallazgos que hemos hechos están cambiando lo que se pensaba, porque es tan fantástico el registro fósil que nos está permitiendo decir cosas que antes no se podía decir y se desconocía. Por ejemplo, empezamos con la descripción de nuevos cocodrilos de la Amazonía, de la formación Pebas. En una zona de 200 metros cuadrados, donde hicimos excavaciones, encontramos siete especies de cocodrilos, todos diferentes, convivían, seguro se alimentaban de cosas diferentes y por eso no competían entre ellos.
¿Qué es lo que no podían decir antes los paleontólogos sobre los cocodrilos?
Ese es el punto. Los paleontólogos no estaban seguros de que los cocodrilos fueron marinos porque todos en la actualidad son de agua dulce, salvo una especie de Australia que se aventura al mar pero siempre cerca de la desembocadura de un río. Hoy no hay un cocodrilo marino. El registro de hace 7 millones de años incluye individuos juveniles y adultos. Esto indica que nacían, crecían y morían en el mar. Ese es el aporte.
¿Se parecen a los de ahora?
Eso es otro punto importantísimo, que no se sabía cómo eran. Si eran marinos, cómo fue su evolución. Se parecen a dos especies que viven ahora, pero estas especies viven ríos. Una es el gavial de la India y la otra el de Malasia, que son dos cocodrilos que viven principalmente en ríos y tienen el rostro muy largo y delgadito. La morfología de sus huesos no dice nada de que si fueron o no marinos.
¿Hallaron fósiles completos?
Tenemos esqueletos parciales, así se llama en paleontología, porque es bien difícil encontrar íntegros, pero sí están articulados, parcialmente.
Ustedes han bautizado la especie de Sacaco como Sacacosuchus cordovai.
Sí, en Sacaco vivieron dos especies de cocodrilianos. Uno, Sacacosuchus, mediano de 4 m, que tenía hocico largo y se alimentaba de presas de tamaño diverso. Dos, el Piscogavialis, de hasta 9 m, que ya se había descrito en 1998 por una paleontóloga alemana. Este fósil fue llevado a Alemania a principios de los 90.
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¿Era legal llevárselo?
En ese año no había legislación y no había paleontólogos peruanos. No había una ley que protegiera o favoreciera este trabajo en el Perú.
Estamos hablando del 90, ¿no había ley al respecto?
No había. A partir del 96 recién hay una ley. Antes no. Desde el 96 ya no ocurrió, salvo el tráfico ilegal. Antes no había ley y los paleontólogos que venían, encontraban fósiles y preguntaban qué hacemos, bueno, les decían, pueden hacer lo que quieran. Eso me lo han contado. Tampoco había investigadores, personas interesadas que realmente le dieran el valor. Menos mal eso ya cambió.