Semana Santa: 10 actores que han representado a Jesucristo en el cine

El cine, a lo largo de su historia, ha contribuido a construir una imagen de Jesús, presente hasta nuestros días en el imaginario colectivo de las personas (creyentes o no); y Semana Santa constituye una fecha en la que podemos recordar, ver y volver a ver en aquellas películas al Jesucristo histórico, ya sea como personaje principal, secundario u omnipresente es una buena forma de reflexión.

En un mundo dominado por la imagen, el género cinematográfico centrado en episodios bíblicos, especialmente en aquellos encargados de mostrar la vida de Jesucristo, es abundante y constituiría, en muchos casos, un referente para la teología, la cristología y le educación de la fe de diversas creencias cristianas, e incluso de otras religiones y hasta de no creyentes.

Desde que los hermanos Lumiére filmaron 13 momentos inspirados en los evangelios en una de las primeras películas de la historia, la vida de Jesús ha sido recogida directa o indirectamente en más de 150 títulos (sin contar los de la televisión), ya sea desarrollada con devoción sincera o con solo sentido comercial.

Lo cierto es que estas historias, independientes o grandes superproducciones, siempre serán un reto para el director y para el artista que vista la piel de este hombre cuya vida, en muchas ocasiones, ha dado sentido a todos lo demás papeles interpretados por un actor a lo largo de su carrera, debido a su importancia, porque, como se dice, una historia como la de Cristo será siempre “la historia más grande jamás contada”.

Aquí un listado (muy personal y sin orden alguno) de los mejores Jesucristo para el cine.

Jim Caviezel en “La pasión de Cristo” (2004)

Caviezel, en esta cinta de Mel Gibson sobre las últimas horas y la crucifixión de Jesús, se convirtió en el más doliente y sufriente de los Cristos en pantalla. La cinta se estrenó en el 2004 y es en la actualidad una de las más reconocidas en el cine religioso. El film fue uno de los más polémicos de su año, pues muchos señalaron que se concentraba demasiado en la violencia (rozando en el gore) llevada al extremo, hasta a un límite insospechado, en el cuerpo, y en eso Gibson parece acentuar el valor del sacrificio de Dios hecho hombre.

Jeffrey Hunter en “Rey de reyes” (1961)

El director Nicholas Ray dirigió y produjo esta versión en full color de la inolvidable “Rey de reyes”, rodada en su mayor parte en España, bajo la dirección artística de Gil Parrondo. Esta cinta está inspirada más en los libros de Tácito que en los Evangelios. Así, sitúa la vida de Jesús en el contexto político de la dominación romana. En la cinta, Ray aprovecha para ilustrar temas como la lucha interior del hombre, entre acción y contemplación, el inconformismo frente al orden establecido y la libertad como guía personal, abordados con serenidad y aplomo por el actor de Hollywood Jeffrey Hunter.

Joaquin Phoenix en “María Magdalena” (2018)

Como todo gran actor, Phoenix también encarnó el papel de Jesucristo, y lo hizo para la cinta “María Magdalena”, protagonizada por su pareja, Rooney Mara. La película se centra en la mujer redimida por Dios, quien cuenta la historia de Cristo desde un punto de vista femenino. Joaquin personifica a un Jesús introvertido y misterioso que se rinde bajo la mirada contemplativa de Magdalena.

Enrique Irazoqui en “El evangelio según San Mateo” (1964)

El actor español Enrique Irazoqui (un anarquista antifranquista) protagonizó esta cinta de 1964 grabada en Italia y dirigida por el gran Pier Paolo Pasolini, en cuyo relato trata de unir la visión católica y la marxista. Con muy pocos medios, la cámara al hombro y actores no profesionales, el director italiano trató de ofrecer una imagen más austera de la biografía de Cristo, y sí que lo logró.

Christian Bale en “María, madre de Jesús” (1999)

Bale también hizo el papel del hijo de Dios, en la película “María, madre de Jesús”, donde, al igual que Phoenix, no fue el protagónico, sino que se contaba la historia de Cristo desde la perspectiva de María, desde la anunciación hasta la muerte de ella. El destacado actor británico construyó un Jesús tierno, avocado a su madre y a las personas que lo rodearon.

Max von Sydow en “La historia más grande jamás contada” (1965)

En esta espectacular cinta de George Stevens, que alcanzó enorme popularidad y obtuvo cinco nominaciones a los Oscar, el actor sueco Max Von Sydow creó una imagen mística, pero atormentada, de Jesús. Con los ojos mirando al infinito y una extrema solemnidad en el hablar, Von Sydow influyó muchísimo en las futuras representaciones de Cristo.

Williem Dafoe en “La última tentación de Cristo” (1988)

Dafoe demuestra nuevamente en esta polémica cinta, dirigida por el maestro Martin Scorsese, lo buen actor que es, al interpretar a un Jesús más humano, débil y sometido a tentaciones, así como inmerso en la duda acerca de su divinidad. Basada en la novela de Nikos Kazantzakis, esta aproximación a la historia de Jesús es una interpretación libre de los evangelios.

Enrique Rambal en “El mártir del calvario” (1952)

“El mártir del calvario” es una película mexicana dirigida por Miguel Morayta en 1952. El papel de Jesucristo fue interpretado por el actor español (nacionalizado mexicano) Enrique Rambal. Se suele considerar a esta cinta como una de las más representativas en Latinoamérica que se ha hecho del género bíblico.

Ted Neeley en “Jesus Christ superstar” (1973)

Ted Neeley protagonizó esta versión musical sobre la vida de Jesús con la dirección de Norman Jewison, inspirado en el musical de Broadway de 1971 en donde se narran los últimos días de Jesús y sus conflictos con Judas. Neeley compone a Cristo como un líder jovial y rebelde, una “súper-estrella” con muchos fans que lo llevan a la muerte.

Robert Powell en “Jesús de Nazareth” (1977)

Considerado por muchos como la réplica perfecta del ‘Jesucristo ideal’ (tradicional), Robert Powell crea un convincente y amable Cristo en la película (dividida en partes por su gran extensión de tiempo) “Jesús de Nazareth”, de 1977, dirigida por Franco Zeffirelli. Con un gran elenco lleno de estrellas de cine de la época, la brillante puesta en escena se rodó entre Marruecos y Túnez durante cinco largos años, y en su producción colaboraron varias empresas multinacionales. Así, la cinta fue muy alabada por la Iglesia católica italiana, que la recomendó a sus fieles, mientras era rechazada por puritanos norteamericanos, que la acusaban de mostrar a un Jesús demasiado humano.