“Nuestras decisiones están determinadas por las leyes de la física”, explica neurobiólogo
Según Dean Buonomano, profesor de neurobiología y escritor, el libre albedrío es solo la consecuencia de las redes de información procesadas en el cerebro, un “sistema caótico”.
A través de una entrevista brindada a BBC Mundo, Dean Buonomano, profesor de neurobiología en la Universidad de California, Los Ángeles (UCLA), se apoyó en las discusiones principales de su libro titulado Your brain is a time machine: the neuroscience and physics of time —Tu cerebro es una máquina del tiempo: la neurociencia y física del tiempo, en español— para explicar que aquel órgano del sistema nervioso cuenta las horas con “varios relojes”. A su vez, apunta que “el futuro no existe” porque es imposible predecir cómo se comportarán las personas.
“En lo que me he centrado es en la idea de cómo el cerebro va almacenando recuerdos que después va a utilizar para orientarnos para continuar hacia adelante. Mi gran motivación es poder ver cómo eso ocurre y por qué nuestro cerebro lo hace”, declaró Buonomano.
Luego, el también autor de Brain Bugs: cómo los defectos del cerebro moldean nuestras vidas, su primer libro de género científico publicado en 2011, agregó: “Creo que una conclusión a la que he podido llegar es que nuestras memorias o recuerdos están ahí para construir nuestro futuro”.
Al comienzo, el profesor aborda las ambigüedades del libre albedrío como concepto relacionado a la actividad cerebral y a cómo se moldea el futuro.
De acuerdo a su teoría, este libre albedrío es una ilusión, ya que nuestras porque las elecciones son un sistema caótico determinado por las vivencias guardadas en los pabellones de la memoria. Es decir, nuestras decisiones están limitadas o determinadas por las leyes de la física.
Portada del libro Your brain is a time machine. The neuroscience and physics of time. Foto: Amazon
“Mi libre albedrío es consecuencia de la gestión de complicadas redes de información que son o fueron procesadas por mi cerebro (...). Dependerá del lugar donde crecí, de lo que aprendí cuando era chico, de los países que visité, porque todas esas cosas van a moldear mis circuitos neuronales”, aseveró.
Dean Buonomano se califica como un “presentista”, en otras palabras, considera que solo el presente es real, “el pasado fue algo real” (en el momento que ocurrió), pero el futuro está difuso. “No creo en la idea de que el futuro de alguna manera exista o que el pasado exista de una manera real”, recalcó a lo largo de la entrevista.
Sin embargo, se mostró respetuoso de la teoría de la relatividad, pues el ser presentista “no significa que todos tengamos el mismo presente”. Por ejemplo, la tasa del paso del tiempo de un reloj depende en gran medida de los efectos de la cercanía a un centro gravitacional.
El cerebro tendría más de una forma de medir el tiempo. Foto: referencial / Picture Alliance
Para Buonomano, la definición de la palabra tiempo se define según la intención de su uso. Podemos referirnos a él si describimos el clima, miramos la hora o pensamos en versiones relativas a la historia de la humanidad.
Cuando se le consultó sobre su afirmación de que el cerebro es una “perfecta máquina del tiempo”, el divulgador científico ratificó que tal órgano “tiene la habilidad de planear el futuro”, utilizando el pasado como fuente iluminadora.
“Sabemos que el cerebro no tiene un reloj central que le permite contar el tiempo en esa escala. Tenemos diferentes circuitos internos que clasifican el tiempo en segundos, otros en milésimas de segundo, otros en horas y otros en días”, subrayó casi al final de la conversación.