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Ciencia

Este podría ser el último 29 de febrero de año bisiesto en la historia

Un nuevo calendario ha sido elaborado gracias a la investigación de dos académicos estadounidenses. Los ciclos anuales que conocemos podrían cambiar para siempre.

Este 2020 podría ser el último año bisiesto. Foto: Reloj astronómico de Praga / Czechtourism.com
Este 2020 podría ser el último año bisiesto. Foto: Reloj astronómico de Praga / Czechtourism.com

Ya que la Tierra completa su órbita alrededor del Sol (un año) en 365 días, 5 horas, 48 minutos y 46 segundos, los calendarios actuales están ligeramente fuera de sincronización. Por tal motivo usamos los años bisiestos, para que los 29 de febrero de cada cuatro años compensen ese exceso de tiempo. Sin embargo, este 2020 podría ser el último ‘almanaque especial’ en nuestras vidas.

En Estados Unidos, dos académicos de la Universidad Johns Hopkins se han propuesto reemplazar la configuración del calendario gregoriano. Su nueva versión se denomina calendario Hanke-Henry —por sus apellidos—, el cuál tiene una duración de 364 días.

¿Cómo sería el nuevo calendario?

Tal vez la mayor particularidad de este nuevo calendario es que el año siempre comenzaría un lunes. Por tanto, las personas cumplirían años siempre el mismo día de la semana, mientras que la Navidad sería celebrada en domingo.

“El calendario sería exactamente el mismo, todos los años”, simplifica Richard Henry, astrónomo de la Universidad de Johns Hopkins, coautor del nuevo modelo.

Asimismo, febrero dejaría de ser el mes más corto del año y pasaría a tener siempre 30 días, la similar cantidad que enero, abril, mayo, julio, agosto, octubre y noviembre.

Calendario de Hanke-Henry.

Calendario de Hanke-Henry.

Por otro lado, los meses con 31 días serían marzo, junio, septiembre y diciembre. Si bien ya no existirían más los años bisiestos, “cada cinco o seis años tendríamos una semana extra al final del año para festejar”.

Henry defiende su propuesta basándose en la idea de que buscan un calendario que sea adecuado para que los seres humanos ordenen sus vidas.

“El calendario gregoriano fue creado por astrónomos, personas que sabían lo que estaban haciendo, y es muy preciso. Ese es el problema. No necesitamos un calendario terriblemente preciso”, explicó.

¿Hará la vida más fácil?

La ventaja de tener fechas especiales que sean siempre el mismo día de la semana es que se evitarían ineficiencias administrativas en la planificación y programación que tiene el actual calendario.

El economista Steve H. Hanke fue de gran ayuda para analizar las implicaciones financieras de instaurar con calendario de 364 días. Según sus cálculos, los costos iniciales de realizar el cambio serían menores que los 100 mil millones de dólares gastados para el ajuste del año 2000.

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