Si viaja al sur, deléitese con los pancitos calientes de El Buen Horno

A la vera de la Panamericana Sur, en el distrito de Mala (Cañete, Lima), los conductores detienen sus vehículos para saborear los pancitos calientes que salen de un horno de barro. Buen provecho. , Gunther Félix / Revista Rumbos Imaginar que en cualquier momento saldrá de ese gran horno de barro un seductor desfile de pancitos calientes, hace que a más de un comensal se le presente repentinamente el espectro del hambre. Pero este afán apenas dura unos minutos. De pronto, la puerta se abre: ¡Por fin! el olor se libera. Es el aroma de las chaplas, el preludio del sabor tradicional ayacuchano. PUEDES VER: Chupe de camarones: ¿el próximo plato de bandera? Irresistible por los cuatro costados. Así es el pan del restaurante cañetano El Buen Horno, un pan sin migajas que convoca a más de un viajero. Ellos detienen sus andanzas para disfrutar de las delicias de este rincón localizado en las afuera de Lima. Los hornos de barro miden cinco metros y tienen capacidad para decenas de masas. Foto: Gunther Félix Los panes van y vienen. Algunas desaparecen ni bien llegan a las manos. Otros, se saborean lentamente. “El principal ingrediente es el amor que le pones al producto, además de nuestra preparación artesanal en hornos de barros. Ese es lo mejor", revela sus secretos el chef Danilo Córdova. Horno de barro Las masas aún siguen frescas. Ahora saldrán otras variedades del horno para seguir cautivando los paladares viajeros. Y así llegan los mocachinos, y los panes de lúcuma, camote, queso y aceituna. ¡Uf! Todos acompañados con apetecibles potajes elaborados con las hierbas de un biohuerto cercano. Los desayunos del El Buen Horno son memorables. Foto: Gunther Félix Para Martha Delgado, la dueña del restaurante, elaborar esos pancitos le trae el recuerdo de sus vivencias en el Cusco, donde se acostumbraría al calor de la leña y aprendería a preparar los panes tradicionales de su región. Con los años, esas costumbres culinarias la inspiraron a compartir el sabor de casa con los conductores y pasajeros que transitan por la Panamericana Sur. Hoy, su horno y sus panes, son un espectáculo visual, una parada casi obligatoria para los viajeros. El chef Danielo participó en la edición anterior de Mistura. Foto: Gunther Félix “Los hornos son fabricados con barro, ladrillos refractarios y trozos de vidrios. Es tan fuerte que el fuego no lo derrite ni lo deteriora”, explica Danilo. Hechos a mano, le dan a los panes un calor balanceado. Eso es clave para el éxito del producto, un éxito que se evidencia todos los días en este rinconcito de la Panamericana Sur. El restaurante campestre cuenta con una área de recreación para la familia y un salón para los almuerzos y desayunos. Foto: Gunther Félix Los datos El año pasado El Buen Horno participó en Mistura, atendiendo a cerca de 7 000 personas diarias. Pan con jamón, queso y aceituna, esa es la novedad del restaurante. “Es ideal para llevártelo al paso”, asegura el chef. En Rumbo Dónde: Kilómetro 92.5 de la Panamericana Sur. Atención de martes a domingo de 7:00 a.m. a 5:00 p.m.