A la fecha, el ransomware es una de las amenazas digitales que ponen en riesgo a millones de usuarios de PC (portátiles o de escritorio). Es un tipo de malware que impide el acceso a los sistemas, archivos importantes y, de ese modo, pueden chantajearte a cambio de la liberación de los elementos. Si todavía no conoces en profundidad qué es y cómo puede afectarte, te contamos todo al respecto en esta nota.
Como tal, el virus se ejecuta mientras encripta tus datos, por lo que todo lo que es esencial para tu día a día se volverá inaccesible de un momento a otro. Además, el ransomware tiene la capacidad para infiltrarse en tu PC desde métodos que, a primera vista, parecen inofensivos, como enlaces en correos o una descarga de software. Cuando toma control, no hay muchas alternativas a seguir, más allá de pagar por recuperar la información o perder todo.
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Como mencionamos líneas arriba, se propaga a través de correos electrónicos phishing, descargas y vulnerabilidades de seguridad. El ataque evoluciona constantemente para evadir los filtros del sistema y genera un mayor impacto en las versiones del software que no están actualizadas. Del mismo modo, si visitas portales poco confiables, desde las ventanas emergentes que aparecen de forma invasiva, pueden bajarse paquetes maliciosos para espiar tu actividad en línea.
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Para proteger tu computadora, debes actualizar el sistema operativo Windows y el software antivirus que se incorpora de forma predeterminada o uno que instalaste. También te recomendamos que hagas copias de seguridad de tu información más importante y evites acceder a elementos sospechosos que te llegan en tus servicios de mensajería. En todo caso, utiliza el portal VirusTotal para comprobar si existe riesgo alguno en utilizarlos (pega el enlace o carga el archivo para iniciar el análisis).
Principalmente, lo peor es pasar por perder el acceso a tus archivos personales o corporativos. Además, el costo del rescate puede ser alto y no tendrás garantía alguna de que te devolverán los datos. En situaciones mucho más críticas, podría pasar que los ciberdelincuentes empleen tu identidad para llevar a cabo fraudes que pueden afectarte de forma legal y en tu entorno social.
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Para casos más extremos, hay usuarios que han tenido que enfrentar el problema de no poder iniciar sesión en sus cuentas de Windows, al perder las credenciales de accesos. De ese modo, solo queda formatear el equipo, pero es una medida que ocasiona la pérdida irremediable de la data almacenada. Restablecer los valores de fábrica es una opción extrema, pero erradica la presencia de terceros maliciosos que se infiltraron.