La ola de violencia en Lima metropolitana tuvo el 1 de noviembre, Día de todos los Santos, un nuevo capítulo de espanto con el asesinato a balazos de tres personas durante un ‘baile chicha’, en la zona de Huaycán, en el distrito limeño de Ate.
Según las primeras pesquisas de la Policía, una de las víctimas, que se dedicaba a organizar eventos clandestinos de música y baile, estaba siendo obligada a pagar cupos semanales a una banda que opera en Huaycán. Y ante su negativa a seguir entregando dinero, fue victimado junto a sus dos miembros de ‘seguridad’.
Este triple asesinato ocurrió al promediar las 10.30 de la noche en la UCV 232-B, zona Z, cerca del cementerio de Huaycán.
Carlos Aldair Torres García murió en el lugar y fue reconocido por su padre que llegó alertado por los vecinos. Lo mismo sucedió con Carlos Daniel Tobar Ramírez. En cambio, Juan Luis Torres Enma, falleció en el hospital de esa jurisdicción.
De acuerdo con las investigaciones, este último, conocido como Negro Torres, era quien organizaba fiestas de manera informal, con el supuesto apoyo de malos funcionarios municipales, pese a que en forma constante eran interrumpidas por la Policía.
Además, según la PNP, habría tenido riñas y enfrentamientos con una organización criminal dedicada a la extorsión, cobro de cupos, venta de drogas, proxenetismo y sicariato en esa zona de Ate.
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Sus familiares dijeron a los investigadores que un sujeto conocido como Chato Deyvis, con quien tenía una “rencilla por temas económicos”, habría ordenado su ejecución.
Las otras dos personas que prestaban seguridad en la ‘fiesta chicha’ sufrieron el daño colateral durante el tiroteo que realizaron dos sicarios que se desplazaban en una motocicleta. No obstante, la policía señaló que ambos también se dedicaban a actos ilegales.
Tres víctimas del crimen identificadas como Juan Luis Torres, Carlos Aldair Torres y Carlos Daniel Tobar respectivamente. Foto: difusión
Expertos en seguridad consideran que lo ocurrido en Huaycán “es una muestra de la debilidad” que tiene el Estado frente a la delincuencia.
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“Es una radiografía de la debilidad que tenemos con los delincuentes, ante esto no podemos ser indiferentes. No hay ninguna duda de que esto no puede repetirse. El rol del Estado tiene que ser diferente, si no de entrada perdemos la guerra. Estamos siempre corriendo detrás de los acontecimientos”, remarcó Rubén Vargas Céspedes, exministro del Interior y experto en crimen organizado.
De acuerdo con la Policía, los casos de sicariato y extorsión son los de mayor incidencia en la capital. También señalan que, de enero a julio, 357 personas fueron víctimas de asesinatos por encargo.
En ese periodo, los distritos con más casos de sicariato fueron San Juan de Lurigancho (74), Ate (39) y San Juan de Miraflores (25).
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Mientras que las zonas de la capital con mayor índice de extorsión son el Cercado de Lima (169), Ate (136) y San Martín de Porres (96), este último aún en estado de emergencia.
Antecedente. En septiembre la losa deportiva ‘El Hueco’ de Villa María del Triunfo fue escenario de una balacera que dejó 2 muertos y 20 heridos en un concierto de ‘música chicha’.
En la nota informativa de la PNP se detalla que el ‘Chato Deyvis’ habría ordenado asesinar al organizador de las fiestas ‘chicha’ en Ate.