Más de 150 familias del caserío Señor de Luren del distrito de Pacora, en Lambayeque, están en peligro. El último desborde del río La Leche inundó su localidad y arrasó, por segunda vez, con sus cultivos, animales y pertenencias. Ellos solicitan la inmediata intervención de la presidenta Dina Boluarte ante el temor de un nuevo aumento del caudal.
En un recorrido que realizó La República observó que las paredes de las viviendas de materiales rústicos colapsaron. Además, el camino principal se encuentra intransitable y los pobladores tienen que viajar 40 minutos para llegar a la zona urbana ante una emergencia.
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"Presidenta acuérdese de nosotros, mándenos apoyo. En el 2017 fuimos duramente afectados con el fenómeno de El Niño costero y hoy la historia se vuelve a repetir. Nuestros hijos no pueden ir al colegio secundario y los adultos no tenemos trabajo. Los cultivos de maíz y lentejas se han perdido", señaló la teniente gobernadora Olga Riojas.
La familia Montalván Guzmán, vive a cinco minutos del dique del río La Leche, a la altura del canal San Isidro, y por temor a nuevos desbordes en el día se refugia debajo de un árbol de algarrobo y pasa la noche en unas carpas que se han instalado en la azotea de su casa.
"Somos ocho integrantes, entre ellos, cinco niños. Todas nuestras pertenencias han quedado enterradas bajo el lodo. El agua sobrepasó el metro de altura y no pudimos rescatar nada. Solicitamos a las autoridades que nos apoyen con alimentos y maquinarias para no volver a quedar aislados", refirió Pedro Montalván.
A su turno, Jorge Cuenca, demandó a las autoridades de la región Lambayeque abrir el dique del río La Leche y limpiar la palizada.