El deceso del vicegobernador Walter Gutiérrez por COVID-19, reavivó cuestionamientos de sectores anti vacunas, pues la fallecida autoridad tenía sus dos dosis. Sin embargo, especialistas aclaran que personas con riesgos preexistentes de salud -como Gutiérrez- no desarrollan una inmunidad similar al resto de personas. Y en lugar de poner en duda la vacunación, más personas deben inmunizarse para disminuir el riesgo de contagiar a estos pacientes con comorbilidades.
El inmunólogo Juan More Bayona explica que las personas inmunosuprimidas no desarrollan una adecuada protección con las vacunas, pues su sistema de defensa está debilitado y no funciona como en el resto. La mayoría son adultos mayores, con enfermedades preexistentes o que consumen ciertos medicamentos.
“En ellos el riesgo -aún con la inoculación- no es tan reducido, en comparación con otra población”, expresó.
Estos cuadros preexistentes pueden ser hipertensión, diabetes, sobrepeso, cáncer. Además, enfermedades renales y hepáticas que generan problemas circulatorios y metabólicos. También se considera a quienes toman medicamentos inmunosupresores, usados para tratar el cáncer.
Otro ejemplo de fallecido por COVID-19 a pesar de estar inmunizado, fue el exsecretario de Estado de Estados Unidos, Collin Powell. Él tenía condiciones que agravaron su salud, como ser mayor de 80 años y sufrir de un mieloma múltiple (cáncer en la sangre).
Juan More Bayona remarca que las vacunas son la mejor herramienta para combatir la COVID-19, pero no son perfectas. No evitan el contagio, pero reducen las probabilidades de infectarse o sufrir un cuadro grave. Funcionan en la mayoría de la población. Pero al no ser infalibles, deben complementarse con otros cuidados, como la mascarilla o el distanciamiento.
“El hecho de que tengamos la vacunación no significa que relajemos las medidas”, indica More Bayona. En gente con condiciones de riesgo, estas medidas deben ser más exhaustivas.
Otra estrategia de protección a los inmunosuprimidos, es la vacunación de su círculo cercano, quienes actuarían como un escudo. Vale recordar que el objetivo de la inmunización apunta a una protección comunitaria antes que individual.
“El hecho que vacunemos a quienes no tienen riesgo, significa una protección intrínseca a las personas con un riesgo mayor por la edad o comorbilidades. Es una protección que debemos construir todos”, expresa More Bayona.
“La vacuna no evita que nos contagiemos, pero sí disminuye la probabilidad de contagiarnos. Y también reduce la probabilidad de contagiar a otras personas. Si la mayoría de personas están vacunadas, habrá menor margen de transmisión”, añade Mijail Villar, médico del área de Emergencia del hospital Honorio Delgado. El galeno refiere que los pacientes con condiciones de riesgo, deberían mantener otros cuidados, como seguir en el trabajo remoto o evitar la exposición innecesaria. Como se recuerda, Walter Gutiérrez acudió desde los primeros días de noviembre a la sede de la Refión, al asumir las funciones de gobernador encargado.
El Ministerio de Salud (Minsa), emitió el último jueves una alerta epidemiológica por aumento sostenido de casos COVID-19 en 8 regiones: Ancash, Ayacucho, Huancavelica, Junín, La Libertad, Piura, Tacna y Tumbes. Aunque Arequipa no está dentro de la alerta, el director de la Red Arequipa Caylloma, Miguel Ángel Yucra, admitió sobre un incremento.
Yucra informó que en la semana anterior el promedio de casos diarios era de 150 pacientes y en la última llegan a 200 por día. “La situación es un poquito preocupante, lo que nos queda es extremar medidas de seguridad”, expresó. Añadió que la mayoría de nuevos contagios están sucediendo en población no inmunizada.
El galeno recordó que la vacunación de refuerzo o tercera dosis ahora será luego de 5 meses o 150 días después de recibida la segunda inyección. El funcionario pidió, sobre todo a los adultos mayores de 60 años, a acudir por su refuerzo.