En Lambayeque, al menos 500 menores de edad, entre niños y adolescentes, necesitan ser rescatados del trabajo infantil que realizan en las calles de las diferentes provincias, principalmente en Chiclayo. Así lo informó el gerente regional de Programas Sociales, Iván Torres Arroyo.
En conversación con La República, el funcionario manifestó que su despacho logró identificar a este número de menores de edad en condición de vulnerabilidad. Indicó que estos se ven obligados a salir a vender caramelos, lavar carros o mendigar porque son explotados o porque sus padres no pueden trabajar.
En ese sentido, Torres Arroyo afirmó que vienen construyendo un proyecto en coordinación con autoridades educativas de cada provincia, del Colegio de Profesores de Lambayeque y el Programa Integral Nacional para el Bienestar Familiar (INABIF) con el fin sacar a estos menores de las calles y reincorporarlos a la educación.
Explicó que dicha iniciativa contempla comenzar por orientar psicológica y laboralmente a los padres de dichos menores, con el objetivo de que puedan entender el riesgo que enfrentan sus hijos al trabajar en las calles. Además, se ha incluido un mecanismo de control de las acciones realizadas, en el cual se incluirá la participación voluntaria de los subprefectos.
Sin embargo, para que el proyecto sea exitoso, el gerente regional apuntó que se buscará el compromiso del sector privado para la oferta de puestos de empleos seguros para los progenitores. Con ello se busca que los menores se dediquen estrictamente a aprender y a jugar, y que no se les obligue a ir por largas horas a exponerse en las peligrosas calles de las ciudades.
Sobre la lucha contra la explotación y trata de personas, Torres Arroyo señaló que sumarán esfuerzos con el Ministerio Público a fin de realizar operativos en contra de estos delitos que tiene como víctimas a los más pequeños.