Desde hace 55 años, Percy Gallegos acompaña a arequipeños con su voz

Hombre de radio. Locutor de El sonido del amor señala que oyentes aún buscan una voz amiga en las emisoras.,La voz de Percy Gallegos Fuentes viaja por las ondas electromagnéticas y llega a los hogares de Arequipa con su programa El sonido del amor. Ese nombre se ha vuelto casi su seudónimo. El recorrido de su voz en el éter (espacio) se repite desde hace 55 años. Este locutor emblemático de Arequipa está convencido de que, en tiempos individualistas de smartphones y Spotify, los oyentes aún buscan una voz cómplice al otro lado del receptor. Gallegos discrepa de las emisoras que obviaron a los locutores para dedicarse a lanzar horas y horas de música programada. “Mejor que pongan un tocadiscos”, dice. PUEDES VER: Su programa de dos horas de duración intercala mensajes al corazón con melodías románticas de los 60 y los 70. "Es música que tenía mensaje", señala, mientras desde la calle un trap ruidoso trata de filtrarse en su hogar. Él se pone a buen recaudo en su estudio de grabación, en el sótano de su casa. En las paredes, reposan cientos de discos de vinilo, que lo aíslan de los estridentes sonidos contemporáneos. Ayer se celebró el Día del Locutor Peruano. Gallegos está convencido de que los hombres de radio nacen. Él tuvo esa inquietud desde niño. De adolescente, mientras estudiaba en el colegio Salesiano, narraba partidos de fulbito en inmediaciones del puente Bolognesi. Seguía con su entrenamiento personal cuando caminaba por la calle Mercaderes, narrando avisos publicitarios imaginarios de los negocios de la céntrica calle. Luego, fue operador de cabina radial. En 1963, con 18 años, vino la oportunidad de hacer locución en radio Arequipa, luego en Continental, donde nació El sonido del amor. Gallegos también critica la poca variedad de repertorio en las actuales emisoras. Señala poseer material que no tienen las radios contemporáneas. Sus cientos de vinilos pueden certificar ello. Aunque ya perdió la cuenta, sí recuerda el primero, un long play de 33 revoluciones de Paul Anka. Su estudio de grabación, llamado Percy y la Discoteca del Oyente, es una suerte de búnker y pequeño museo de la radio, donde ya reposan sin uso un reproductor de carretes magnéticos, tocadiscos y hasta una máquina de escribir. Percy Gallegos hizo el tránsito de tecnología sin problemas. Ahora opera una computadora donde edita sus programas. Lo fundamental para un locutor, dice, es llevar mensaje, ser creativo y tener un estilo propio, con frases características. Eslóganes como "nos escucha... nos complace" y "con bonito color" son algunos que acuñó desde hace cinco décadas y son parte de la radio arequipeña.