La corrupción entra en campañas electorales de los candidatos de Arequipa

Paola Donayre Cisneros. Vocera de Acción Ciudadana Anticorrupción. Este sábado harán una campaña de concientización en Arequipa sobre la necesidad de conocer las propuestas y no caer ante el bombardeo de propaganda electoral.,Arequipa. Un grupo de profesionales, agrupados en Acción Ciudadana Anticorrupción, intentará concientizar a los electores sobre la necesidad de conocer las propuestas y no caer ante el bombardeo de propaganda electoral. Paola Donayre Cisneros, periodista y vocera del colectivo, da más alcances sobre la iniciativa. PUEDES VER: Arequipa: Las academias preuniversitarias funcionan sin control ¿Cómo surge el proyecto? Surge de una conversación sobre la constante de renegar por cómo están las cosas y no hacer nada para cambiarlas, que cualquier esfuerzo es inútil. Salió la idea de hacer algo pequeño antes que no hacer nada. ¿La corrupción en el Poder Judicial disparó la indignación? Fue más la situación electoral, un poco la preocupación de que en cada campaña se repita lo mismo, que no haya propuestas, solo regalos, y que la gente se deje llevar por el que regala. Esto es una señal de que la gente no reflexiona sobre las consecuencias del voto para su vida diaria. ¿Cuál será su llamado? Vamos a repartir fosforitos con la misma estrategia de los candidatos, pero con el fin correcto, de educación ciudadana. ¿Coincidirán con los mítines de candidatos? Nos enfocaremos en los mercados, porque nuestro público objetivo son las personas que tienen menos acceso a redes. No estamos en contra de ningún candidato en específico. Aspiramos a que las personas tengan información suficiente para que busquen su propia opción, porque hasta ahora la única que tuvieron es la imagen de los candidatos en cajitas de fósforos. El mensaje es que si ellos están pagando para llegar, llegan para robar. PUEDES VER: 257 candidatos de Arequipa e Islay podrían quedar fuera de carrera ¿No es un mensaje muy drástico, relacionar el gasto de campaña con futura corrupción? No es la campaña lo que está mal, sino el acudir al gran gasto de inversión. Esta situación no es solo de Arequipa, la corrupción entra en las campañas electorales. Si un candidato necesita más de trescientos mil soles para cubrir su campaña, ¿con qué cubre ese gasto una vez que llega a ser autoridad? Su sueldo no va a alcanzar. No hay un sistema que garantice que las contribuciones sean transparentes. ¿El votante debería desconfiar del candidato que despliega más campaña? Es lo que creemos, porque es mayor la cantidad de dinero que tiene que devolver. Al menos que creamos que todos son millonarios. Mientras más despliegue de recursos hacen, más deuda están adquiriendo, más deuda van a tener que pagar cuando sean autoridades. Y en cuanto a las propuestas, no es proponer por proponer, con una lista de obras, sino en qué plazo, con quiénes y cómo nos garantizan que harán buenas obras. ¿Se han unido más personas al colectivo? Inicialmente éramos pocos, ahora llegamos a 30. Queremos la unión de personas con voluntad, transparencia y ningún tinte político, porque se distorsionaría el objetivo del grupo. ¿Perciben si la ciudadanía está interesada en conocer las propuestas? Las experiencias pasadas nos dicen que los ciudadanos no están interesados y deciden a último momento, desde entonces no se ha hecho nada y es fácil prever que será la misma historia. PUEDES VER: El poeta José Ruiz Rosas ahora descansa en suelo arequipeño ¿Continuarán el proyecto después de las elecciones? Hay una idea previa de continuar a nivel de fiscalización; porque terminan las elecciones, pero ahí no finaliza el problema. Al contrario, empieza una gestión y se requiere un espacio de vigilancia ciudadana, pero un espacio libre, descontaminado de intereses políticos. En algunos distritos existen, pero con sus propios intereses. Hace falta un espacio de fiscalización independiente. Muchos fiscalizadores terminan siendo candidatos del mañana. Esperan la notoriedad para que los elijan, y eso no estaría mal, siempre que no terminaran conduciéndose como a los que criticaban.