Tener sexo nos cansa físicamente. Si bien compartir un tiempo de pasión y placer con nuestra pareja es satisfactorio, esto genera también que nuestro cuerpo haga un esfuerzo físico para conseguirlo, lo que es bueno para nuestra salud. Sin embargo, un encuentro sexual no significa siempre que se gastarán las energías necesarias para que cuente como una sesión de cardio, que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en adultos, debe ser entre 150 y 350 minutos de actividad moderada por semana o entre 75 y 150 minutos de actividad vigorosa.
Para entender un poco más acerca del sexo como actividad física, La República conversó con Alejandro Sarmiento Rincón, gerente del Área Médica en Bodytech y médico deportivo.
Una reciente revisión de los estudios, que se han realizado por tema, llevada a cabo por la Universidad de Almería y la Universidad de Murcia en España, determinó que las relaciones sexuales pueden provocar un gasto energético, en promedio, de 100 calorías por actividad, con frecuencias cardíacas medias de 90 y 130 latidos por minuto (lpm).
"Las relaciones sexuales pueden contribuir significativamente a la salud física y pueden considerarse como una forma de actividad física. Sin embargo, estas demandas físicas pueden variar según el estado de salud, la posición de la relación sexual, la duración de la actividad, la fase de la relación sexual, la lubricación, las erecciones y las diferencias de sexo", concluye el estudio.
Ahora, de acuerdo con el doctor Sarmiento, el sexo es una actividad física, en principio, porque hay gasto energético por encima del reposo, pero que puede a llegar a convertirse en cardio si es que se programa, ya que los ejercicios cardiovasculares solo se cuentan así si se planifican.
"Sí. Es una actividad física porque tiene un gasto energético por encima del reposo o, según la literatura, más del 1,5% el gasto del reposo, pero puede llegar a convertirse en un ejercicio de cardio si es que tiene un objetivo diferente al del placer y toda la parte sentimental", dijo el especialista en deporte.
En primer lugar, el médico comentó que, para saber si un ejercicio ha gastado suficientes energías y se considere una actividad física moderada, debe cumplir con la presencia de palpitaciones, sudoración y enrojecimiento de las mejillas. Estos elementos normalmente están presentes en el sexo.
"En una relación sexual de 20 minutos se pueden gastar 100 calorías, que es un número no menospreciable, o sea si es una actividad física moderada. Obviamente, no tiene el mismo gasto energético que hace una persona que entrena y se gasta entre 200 o 250", comentó el dr. Sarmiento.
Ahora, para que cuente como una sesión de cardio, el tiempo recomendable por el especialista es de 30 minutos, teniendo en cuenta que, según recomendaciones de la OMS, se deben realizar 150 minutos de ejercicio a la semana como mínimo.
"Sí puede sumar al cumplimiento de la meta de minutos de cardio a la semana, pero tendríamos que fomentar que haya relaciones que al menos duren 30 minutos o de 10 minutos, pero tres veces al día. Mañana, tarde y noche para que se cumpla la meta", aclaró el experto de Bodytech.
Asimismo, en cuanto a posturas, el médico no recomendó una en específica, pero sí aquellas que involucran los musculos de los biceps, cuadriceps y espalda.
Por ejemplo, en el caso cuádriceps, poses que imiten una semisentadilla (la vaquerita) o que impliquen estar de pie (trencito), y en el caso de la espalda, cargar a tu pareja (pose del koala).
Según el especialista, no es recomendable reemplazar el cardio por el sexo, sino tan solo sumarlo a la meta semanal de ejercicio, pues, según la condición física de cada persona, el impacto es diferente.
"Me atrevería a hacer la recomendación de no incluir al sexo dentro del cardio, porque la medición de la actividad física no es exacta en todas las personas. En la teoría, los hombres gastamos un 30% de calorías más que las mujeres, pero si nos ponemos a pensar en las posturas, pues habrá posiciones donde la mujer gasta más y el hombre menos, y viceversa. Ahora, si soy una persona delgada u obesa, el gasto energético va a ser diferente. También si soy una persona adulta o joven va a variar", aconsejó el médico del deporte.
El experto comentó que los ejercicios, tanto de musculatura como los cardiovasculares, no están separados uno del otro, pues si la actividad es predominantemente vascular, sin fuerza muscular, no se podría hacer cardio; de la misma forma con el cardio, que sin la fuerza no podría mantenerse durante el tiempo. Por ello, las relaciones sexuales también implican el uso de los músculos.
"El sexo es una actividad mixta, con un componente cardiovascular predominante y con componente más pequeño de fuerza de resistencia, por ejemplo, cuando alzamos a la persona o mantenemos el movimiento de la pelvis por un largo tiempo", aclaró el especialista.