En el sexo, muchas veces nos acostumbramos a que la persona que penetra sea la que haga todo el trabajo y controle el ritmo. No obstante, ellos también se fatigan, y es en ese momento cuando nosotras debemos tomar la iniciativa y montarnos.
Para ello hay distintas poses (como la vaquerita, la silla, la ranita, etc) en las cuales nosotras nos podemos desarrollar y llevar la pauta de la penetración, pero, de la misma forma, nosotras también nos cansamos de estar salte y salte. Por esta razón, recogimos los consejos que dan diferentes influencers de sexualidad como Noemi Casquet, Carolina Roldán, etc.
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Los movimientos verticales de arriba para abajo son los comunes cuando una está encima, pero son los que más pueden cansar, por ello te recomendamos posicionar bien tu espalda, intentar apoyarte en el cabezal de la cama o con las manos de tu compañero y jugar con el ritmo. Trata de darle velocidad de rato en rato para que te pida más.
Los movimientos circulares o en ocho en la cama son para agregarle pasión y jugueteo. Estos permiten que el pene pueda tocar más parte de la pared vaginal. Además, te dan un encuentro íntimo y de suavidad con tu pareja.
Aprovecha que tus brazos pueden estar de forma más libre y ponlos encima de tu cabeza para agregarle sensualidad y hacer que tu figura se luzca.
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Para esta posición es muy importante que intentes abrir bien las piernas y posicionar tus rodillas de manera que estas te puedan dar impulsos, ya que para mover tu cadera para delante y para atrás necesitaras un buen impulso de tus muslos. Apóyate del pecho de tu pareja para que puedas agarrar un mejor ritmo y no te canses tanto. Un plus de esta postura es que puedes estimular tu clítoris con su pecho.
Este movimiento es como imitar el baile del perreo, es decir, puro movimiento de cadera y glúteos. En este movimiento, el truco está en mover toda la parte del trasero y no la espalda. Debes sentir que está rebotando tu pelvis contra la de él. Pon tus manos en su pecho o en tus rodillas para impulsar más tus movimientos.
Este es como un movimiento ondulatorio en el que debes explotar toda tu sensualidad. Para hacerlo debes incorporar en el movimiento de delante para atrás, la parte de tu tronco. Es como si estuvieras sacando pecho y metiéndolo luego, así como avanza un gusano.
La postura de ‘la vaquera’ hace referencia a aquella en la que la mujer se ubica encima del varón y sus genitales. En esta ubicación, la fémina es la que tiene un mayor control y dominio.
‘La vaquera’ tiene dos variantes. La primera es en la que la mujer se encuentra mirando al hombre de frente. ‘la vaquera inversa’, en tanto, es aquella en la que la mujer está al revés, es decir, mira los pies del hombre, mientras que él mirará su espalda y glúteos.
La vaquerita normal e invertida. Foto: difusión/Estarguapas
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La sexóloga Alessia Dibari detalló, a través de su canal de YouTube, Sexoral, que es necesario encontrar la postura más cómoda para ti, para que no te canses y dejes caer tu peso encima de tu pareja. Asimismo, debes tener en cuenta, también, que la posición que tomes debe ser confortable para esta.
Dibari señaló que se puede realizar de dos formas. Una de frente, como mirando a su cara, en la que debes doblar tus rodillas (o ponerte de cuclillas) y abrir las piernas, lo suficiente para que tu acompañante tenga acceso completo a tu vulva. La otra posición es exactamente igual, pero ves hacia el lado opuesto, como dándole más acceso al ano también.
La que uses debe ser la ideal para que, cuando llegues al orgasmo, tengas un lugar donde apoyarte y no te desvanezcas en la cara de tu acompañante.
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El sexo es una actividad física, que para que ingrese aire al cuerpo, se requiere respirar por la boca, lo que ocasiona un gemido. Sin embargo, los expertos señalan que nuestra cultura le ha dado una connotación erotista a la acción de exhalar aire, ya que a través de este tipo de estímulo auditivo se busca mantener la excitación durante el encuentro.
“El gemido erotizado ha sido asociado a sensaciones de satisfacción como una especie de retroalimentación que se le hace a la pareja. Incluso este gemido es sinónimo de un orgasmo o que se está en proceso de (tener uno)”, señala el sexólogo Martínez.
El gemido es un estímulo sexual auditivo. Foto: composición LR
El consentimiento es el acuerdo mutuo que hay entre dos o más personas para que se realice cualquier tipo de práctica o acto vinculado a temas sexuales. Según el especialista en educación sexual integral, Diego Portillo y los psicosexólogos Christian Martínez y Pierina Vergara.