Mucho se habla de que el sexo es muy saludable para el humano; sin embargo, no todos abordan sobre las consecuencias que se pueden generar cuando hay falta de aquella actividad.
Para conocer qué les pasa a las personas con pene cuando dejan de estimular su miembro viril mucho tiempo, conversamos con el sexólogo Christian Martínez y el urólogo Jorge Saldaña.
Para entender a qué nos referimos con sexo, hay que tener en cuenta que este puede ser con uno mismo (masturbación) y con la pareja (coito, oral o anal).
“Mucha gente se confunde y piensa que debe tener semanalmente relaciones sexuales con una pareja, pero la idea es que se dé una eyaculación placentera con una erección sostenida y eso se puede lograr con una masturbación también”, señaló el sexólogo Martínez.
Teniendo en cuenta ello, el urólogo Saldaña mencionó que el menor flujo sanguíneo del pene y el uso de los músculos que se encuentran dentro de él van a generar problemas de erección, lo que a muy largo plazo podría producir una reducción en el tamaño del miembro.
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“Se puede reducir las dimensiones del miembro, pero a muy largo plazo. Sobre todo en personas mayores se produce una debilidad en el varón y, por tanto, de erección”, enfatizó Saldaña.
Asimismo, tanto el sexólogo como el urólogo mencionaron que, eventualmente, en los hombres que no tienen sexo por mucho tiempo podría haber problemas de eyaculación precoz temporal cuando vuelvan a tener relaciones.
“Los espermatozoides, el semen y la próstata necesitan activarse siempre, una necesidad siempre de querer eyacular. Entonces, si se eyacula después de no haber tenido sexo en un largo periodo de tiempo, el control eyaculatorio va a ser débil y va a terminar muy rápido, pero cuando uno lo hace frecuentemente va a tener un mejor control”, agregó Martínez.
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Los especialistas recomendaron que se debe tener una erección y eyaculación entre dos o tres veces a la semana para mantenerse bien en cuanto a la salud sexual.
“Tener una vida sexual saludable, el mantener una erección, es una expresión de longevidad. Cuando empezamos a disminuir la frecuencia de tener relaciones sexuales, es una expresión de que nuestro cuerpo está envejeciendo, y ahí que hay que echar un ojo a él”, dijo Saldaña.
El sexo incluye al gemido dentro de su práctica. Sin embargo, los expertos afirmaron que nuestra cultura le ha dado una connotación erotista a la acción de exhalar aire, ya que a través de este tipo de estímulo auditivo se busca mantener la excitación durante el encuentro.
“El gemido erotizado ha sido asociado a sensaciones de satisfacción como una especie de retroalimentación que se le hace a la pareja. Incluso, este gemido es sinónimo de un orgasmo o que se está en proceso de (tener uno)”, señaló el sexólogo Christian Martínez.
Añadió que el gemir no es algo necesariamente natural, sino que también se ha aprendido a través de la pornografía o las películas eróticas. Lee AQUÍ la nota completa.