Los penes, así como las vaginas, vienen en diversas formas: grandes, gruesos, chicos, delgados, curvos, etc. Por lo que algunas posturas pueden favorecer más o menos a la penetración y el cómo se hace sentir placer a la pareja.
Acá te dejamos algunas posturas para que puedas intentar según el tipo de falo que tengas.
Aunque puede ser el deseo de muchos, un pene grande puede ser problemático a la hora de la penetración. Las personas con este tipo de falo deben tener cuidado a la hora de intentar penetrar con su miembro, porque pueden producir dolor a sus parejas o incluso alguna lesión.
Lo mejor es que haya una buena estimulación a la zona a penetrar, por lo menos de 15 minutos a más, para que esta se dilate y pueda recibir de mejor manera el miembro. Igualmente, es mejor que entre poco a poco, controlando, y que vaya acelerando el ritmo de manera gradual hasta el estallido final.
Por esto te recomendamos las siguientes posturas, para que tu pareja pueda controlar mejor las penetraciones hasta donde ella se permita llegar: la francesa, la vaquerita y sentada.
Postura La franscesa. Foto: enfemenino
La ventaja para este tipo de pene es que puede efectuar el sexo anal sin mucho problema. Así que, si estás en este grupo de penes, te recomendamos que no dejes de intentarlo, ya que puede ser un punto a favor y lo que te diferencie de los demás.
Para este tipo de falo te recomendamos las poses que permiten una penetración profunda, como el misionero, la carretilla, cargada, de perrito o la pose mariposa.
Mariposa. Foto: enfemenino
La ventaja del pene curvado es que tiene un mejor acceso al punto G, aunque esto es de acuerdo hacia donde esté la curvatura de tu miembro.
Si tu pene está curvado hacia arriba, te recomendamos la postura del misionero; si está curvado hacia un lado, la de cucharita; y si lo está hacia abajo, la del perrito.
Si tu pene tiene el glande muy grande, tienes el beneficio de disfrutar del sexo oral, al ser este una zona muy sensible del falo.
En cuanto al coito, evita hacerlo muy profundamente. Asimismo, puedes divertirte acariciando las paredes de la vagina de tu pareja con la primera parte de tu pene. Una postura perfecta para este pene es la del misionero, pero controlando haciendo fuerza con tus brazos.
Misionero. Foto: LucyMacaroni/Cosmopolitan
Con este tipo de pene hay que tener en cuenta que es fácil introducirse, pero, al poseer una parte gruesa en el centro, tu pareja ‘sentirá' más que estás ahí. Para este tipo de falo puedes introducir cualquier pose que te apetezca.
Si tienes el pene como en forma de cohete, puedes aprovechar la penetración profunda. A este tipo de miembro le favorecen posturas como la del perrito, mariposa, carretilla o la sumisión.
Pose la sumisión. Foto: enfemenino
Un pene promedio, es decir, que no está tan grande, pequeño o presenta alguna curvatura; puede beneficiarse de cualquiera de las poses sin restringirse de alguna.