El ritmo frenético del día a día, la rutina, pueden afectar la calidad del sexo. ¿Cuánto tiempo le dedicas a tus relaciones sexuales? De acuerdo a una investigación publicada en el Journal of Sexual Medicine, el promedio de un encuentro sexual es alrededor de los 5,4 minutos, sin contar los mal llamado “preliminares”.
Según la sexóloga y psicóloga española Susana Ivorra, el slow sex (sexo lento en inglés) se trata de reaprender a disfrutar del sexo, “sin prisas ni distracciones, dejando a un lado lo que estás acostumbradx a hacer hasta ahora para reconectar de nuevo”. “No es que tengamos que practicar más o menos veces, sino que debemos hacerlo mejor”, señaló la especialista.
¿Cómo practicar el slow sex?
“Si tuviésemos que resumirte lo que es slow sex en una sola frase, diríamos que te centres en lo que estás sintiendo en ese preciso instante, disfrutando del momento y dejándote llevar”, recalcó la experta. Ivorra aseveró que todas las partes de tu cuerpo merecen atención y placer, por lo que esta técnica brinda más importancia a todas las partes del cuerpo más allá de los genitales para disfrutar del camino y poner en juego todos los sentidos para disfrutar de cada estímulo.
Para sentir y conectar con las caricias, roces, besos y demás estimulaciones, la sexóloga recomendó algunas ideas para llevar a cabo el slow sex.
- Redescubrir los cuerpos: A veces, dejamos de prestar atención al propio cuerpo o al de la pareja. Por eso, esta forma de encuentro sexual brinda la posibilidad de explorar los cuerpos sin prisas ni distracciones.
- Preparar el ambiente: El poder del ambiente puede multiplicar las sensaciones a experimentar. Una luz tenue, música agradable, velas e inciensos son algunas de las sugerencias para acompañar el momento.
- Sin prisas: Una de las premisas del slow sex es practicarlo sin mirar el reloj.
- Comunicación constante: La comunicación es la base de cualquier relación y tiene aún más importancia poder transmitir qué les gusta y cómo cuando de sexo se trata. Se tiene todo el tiempo del mundo por delante, es un buen momento.
- Jugar con los sentidos: La privación de uno de los sentidos hará mucho más excitante la experiencia. En este caso, una máscara o una cuerda se puede convertir en el mejor complemento.
- Realizar masajes eróticos: Una sesión de slow sex puede ser el momento perfecto para un buen masaje erótico, siempre que se baje el ritmo y lo tomen con calma.
- Sexo oral: El sexo oral es algo que bien ejecutado puede generar muchísimo placer, mejor aún si se toma el tiempo para practicarlo.
- Juguetes eróticos: Utilizar las diferentes funciones para estimular cualquier otra parte del cuerpo antes que el pene/la vulva puede llevar estas estimulaciones a un recorrido corporal inolvidable.
Beneficios del slow sex
Los beneficios de esta forma de disfrutar tu sexualidad sin prisas ni tiempo son múltiples, aquí algunas de ellas mencionadas por Susana Ivorra.
- Se conocerán mejor, sabiendo qué y cómo les gusta.
- Sentirás más, pues las personas, al estar concentradas en lo que está pasando en ese momento, disfrutan más esas sensaciones.
- Reaprenderás cosas que creías olvidadas y experimentarás algunas nuevas. Recuerda: los límites los pones cada persona involucrada.
- Pondrás en juego tu creatividad para obtener placer en zonas que creías olvidadas o a las que no habías prestado atención hasta ahora, más allá de los genitales.
- Conectarás con tu pareja y contigo, reconectando también con tu sexualidad.
- Redescubrirás tu cuerpo y tus sensaciones como el de tu pareja.
- Reforzarás el vínculo y la comunicación en pareja, mejorando así la conexión de la relación en general.