SUERTUDO. Ecuatoriano Pedro Bejarano aparece como propietario y presidente de dos empresas “offshore” en Panamá, pero fiscal especializada en lavado de activos no solicitó la cooperación internacional para comprobar las operaciones bancarias del sospechoso.,Fiscalía liberó de acusación de lavado a prófugo por narcotráfico, Unidad de Investigación Sindicado por la policía antidrogas como el propietario y financista de una frustrada exportación de dos toneladas de cocaína camufladas en colchones, el ecuatoriano Pedro Bejarano Alvarado fue denunciado por el Ministerio Público por el presunto delito de lavado de activos. Durante la indagación policial los agentes descubrieron que Bejarano movilizaba el dinero ilícito mediante empresas “offshore” en Panamá. Sin embargo, bajo el argumento de que no era posible levantar el secreto de las operaciones de los “paraísos fiscales”, sin intentar siquiera pedir cooperación a las autoridades panameñas, la fiscal superior especializada en lavado de activos, Luz María Peralta, archivó el caso. PUEDES VER: Dos bananeros ecuatorianos son barones de la cocaína en el Perú Es la segunda ocasión en la que el presunto narcotraficante Pedro Bejarano consiguió zafarrse de la justicia peruana. El 25 de abril del 2016, Interpol comunicó a la policía peruana la detención de Pedro Bejarano por las autoridades de España y solicitó el cuadernillo de extradición para que sea trasladado al Perú. Las autoridades peruanas tardaron casi cuatro meses en aprobar el cuadernillo de extradición por el delito de narcotráfico, y cuando llegó a España, Bejarano había sido liberado. Hace poco Bejarano fue nuevamente aprehendido, esta vez en su propio país, Ecuador, donde funge de empresario bananero, pero la justicia peruana no remitió la información que relacionaba al detenido con el tráfico internacional de drogas, por lo que fue dejado en libertad, de acuerdo con fuentes policiales antinarcóticos. PRESENCIA RECONOCIDA El 29 de marzo de 2008, durante un operativo antidrogas simultáneo en La Molina y Callao, la policía intervino a una organización criminal que se preparaba para exportar dos toneladas de droga con destino a Holanda. La mercancía había sido camuflada en colchones de fina manufactura. Los agentes antinarcóticos establecieron que la droga le pertenecía al ecuatoriano Pedro Bejarano, que actuaba en complicidad con su compatriota Daniel Hernández Barreto y el colombiano Jaime Gaviria Vásquez. Completaban la banda los peruanos Numa Soto Sánchez, “Pompilio”, José López Quispe, “Papitas”, y Richard Rovai Livia, “Franco”, encargados de comprar y acopiar la cocaína en el valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem). PUEDES VER: Incautan dos toneladas de droga Reportes de la Dirección Antidrogas (Dirandro), basados en declaraciones de los investigados sindican que la organización de Bejarano logró exportar droga desde Perú hacia Europa a partir de 2004. El registro migratorio del ecuatoriano consigna 21 ingresos en el Perú, señalando como destino de retorno Holanda, en la mayoría de viajes de salida. El 7 febrero de 2014 la Procuraduría Antidrogas requirió al Poder Judicial la captura de Pedro Bejarano Alvarado y mantener en reserva el juicio en su contra por tráfico ilícito de drogas hasta que fuera ubicado. RUTA CONOCIDA Paralelamente, luego de recibir informes de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), que detectó operaciones financieras y bancarias, además de dos empresas “offshore” en Panamá --Red Oldin International y Vital Non Panama, en las que aparece como propietario y presidente del directorio--, el Ministerio Público denunció por lavado de activos a Pedro Bejarano Alvarado y a su conviviente Joselin Cano Valero. Según la UIF, Cano registraba depósitos por más de 200 mil soles, además había comprado tres vehículos. Interrogada por la policía, arguyó que el dinero era la pensión que recibía de Bejarano para la alimentación de su hija y que había obtenido importantes ganancias como vendedora de cosméticos, versión que no pudo demostrar con documentos. Para la fiscal superior Luz María Peralta el monto de dinero encontrado en las cuentas de la conviviente del prófugo Pedro Bejarano es insignificante en relación con las actividades de narcotráfico, por lo que también archivó el caso contra Joselin Cano. Peralta no aceptó hacer comentarios sobre su resolución basándose en que el caso es reservado, señaló por intermedio de la oficina de prensa del Ministerio Público. Bejarano estaba tan preocupado por este caso que envió a intermediarios a ofrecer dinero a los procuradores antidrogas para que no insistieran en la denuncia, señalaron fuentes judiciales. Ahora Bejarano está feliz con el archivamiento y lo expresa con la publicación de fotografías en su cuenta personal de Facebook. “ES UNA REVERENCIA ALA IGNORANCIA” La procuradora antidrogas Sonia Medina lamentó que la fiscal Luz María Peralta no recurriera a la cooperación internacional para acceder a las operaciones bancarias y financieras de las dos empresas “offshore” en Panamá de Pedro Bejarano. “Decir que no se puede acceder al secreto de una ‘offshore’ sin haber intentado la colaboración judicial internacional es una reverencia a la ignorancia. ¿Para qué firmamos convenios con otros países si no los vamos a aplicar?”, dijo Medina: “Debió hacerlo antes de archivar el caso”.